Editorial


El acuerdo de paz en blanco y negro

Como ya sabe el país, el gobierno de Juan Manuel Santos firmó la paz con las Farc en La Habana, y luego anunció ayer que “como Jefe del Estado, ordenó el cese al fuego definitivo con las FARC a partir del próximo lunes 29 de agosto a las 00:00 horas”.

Antes le había entregado al Congreso “la carta en la que informa la realización del plebiscito, el próximo 2 de octubre, y los textos de los acuerdos definitivos logrados en La Habana, tal como lo establece la ley”.

El acuerdo de paz contiene 6 puntos principales en 297 páginas que los colombianos tendrán que  leer con mucho cuidado para entender bien de qué consta la paz con las Farc, y no menos importante, para saber qué no es.

Sabemos que el acuerdo tiene 6 puntos principales, así: “(1) Hacia un nuevo campo colombiano. Reforma Rural Integral (RRI), acordado el 26 de mayo de 2013; (2) Participación Política. Apertura democrática para construir la paz, acordado el 6 de noviembre de 2013; (3) Fin del Conflicto, acordado en La Habana, el 24 de agosto de 2016; (4) Solución al Problema de las Drogas Ilícitas, acordado en La Habana, el 16 de mayo de 2014; (5) Víctimas: Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición, acordado el 15 de diciembre de 2015; y (6)  Implementación, verificación y refrendación, acordado el 24 de agosto de 2016.

Como se puede ver, las fechas indican que los puntos no fueron aprobados de forma secuencial, sino que volvían sobre ellos al concertar los más fáciles hasta culminarlos todos. Llama la atención que no todos fueron acordados en La Habana, o al menos no todos lo indican, aunque no especifican si hubo otro lugar en donde los negociaron.

El anuncio del plebiscito para el 2 de octubre acaba de ponerle fecha al “día D” de los acuerdos, cuya campaña a favor y en contra comenzó hace bastante tiempo y alcanzó ya bastante intensidad, basada sobre alguna información cierta y otra apenas parcial. Ahora sí tendrá el país la información a la mano.

Preocupan los reportes de que algunos frentes de las Farc siguen extorsionando a pesar de las órdenes superiores de no hacerlo, lo que crea nuevas dudas sobre la unidad de mando de la organización además de las ya justificadas por el anuncio de algunos comandantes de que ellos y sus subalternos no acatarían los acuerdos de paz.

¿Se resquebrajarán aún más las Farc al sentir algunos de sus integrantes que sus superiores ya no tendrán los medios para obligarlos a obedecerles? ¿Hasta dónde podría llegar esta desbandada, si se le puede llamar así?

En todo caso ya quedaron en la luz pública los sapos que Santos vaticinó que tendrían que tragarse los colombianos, que ya tienen todos los elementos de juicio para saber qué lado tomar en el plebiscito, si el Sí o el No, de una manera más informada que emotiva, y más cerebral que dogmática.

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