El Datt creó un grupo de entre sus funcionarios llamado ‘de reacción’ con la misión de controlar el parqueo indebido en la ciudad. Nos parece que es una idea excelente y que dicho grupo hacía mucha falta.
Cartagena carece de vías y usarlas mal es una de las causas principales de sus trancones, pero hasta ahora ha primado la impunidad para todos aquellos que se parquean mal y con desprecio por el derecho a la movilidad de los demás, muchas veces bajo los propios avisos que lo prohiben, puestos allí porque alguien tenía que ganarse el contrato para hacerlo, pero hasta ahora, sin un propósito claro de guardar el orden y la fluidez del tráfico, y por lo mismo, mejorar la calidad de vida.
Lo único que puede cambiar esa actitud ramplona y llena de alevosía de muchos de los conductores de la ciudad, cada uno casi insinuando el famoso ‘usted no sabe quién soy yo’, es una consecuencia concreta y fuerte por este tipo de violación a las normas. Inmovilizar los carros de los infractores y cobrar unas multas grandes es la sanción adecuada, o nada cambiará porque los infractores no parecen tener el más leve vestigio de civismo.
Hay muchos puntos de la ciudad donde este grupo de reacción contra el mal parqueo tiene que trabajar arduamente, o mejor dicho, hay pocos barrios de Cartagena donde sus correctivos no se necesiten con urgencia.
El mal parqueo tiene varias modalidades: la del conductor que detiene el auto para hablar por celular, bloqueando un carril completo sin espabilar, usualmente oculto tras vidrios polarizados; la del conductor que dice no estar parqueado, sino esperando a alguien, y para probarlo, no abandona su puesto como conductor, pero también bloquea un carril; la de los conductores que se bajan y dejan su auto mal parqueado; y la de quienes aparcan en paralelo a una hilera de autos ya mal estacionada, y con las intermitentes puestas porque ‘ya regresan, es un momentico no más’. Y no nos extraña que se nos haya escapado alguna otra forma de esta infracción de descortesía elemental.
Convendría que este escuadrón se dedicará a un sitio hasta sanearlo, en vez de hacer operativos rotativos y sin contundencia posible, por lo que serían inútiles sus esfuerzos.
Y ojalá que el director del Datt escoja muy bien a los integrantes de esta especie de grupo de búsqueda para que no sucumban a la tentación del ‘cuadre’, con lo que solo empeoraría todo. La medida de su éxito debería ser sanear definitivamente calles que hoy están obstruidas por el mal parqueo.
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