Cartagena, como lo demostró la pasada temporada, está en un “boom” turístico como jamás había tenido. Los hoteles no estuvieron llenos del todo, pero la ciudad sí. Cartagena está de moda, o mejor, comienza a estarlo en el mundo y todo indica que pronto tendremos avalanchas de visitantes que podrían multiplicarse geométricamente.
Ayer varias entidades del sector le dijeron a la ciudad que “SACSA, la Corporacion Turismo Cartagena de Indias, Proexport y los hoteles Occidental Estelar, Holiday Inn, Caribe, Capilla, Las Américas, Hilton y Almirante, cerraron acuerdo con el tour operador más importante de los Estados Unidos: Apple Vacations”.
Los Estados Unidos son uno de los mercados más apetitosos del mundo para el turismo de Cartagena. Según el comunicado emitido ayer, los visitantes de ese país a la ciudad crecieron 54,7% entre 2012 (102,396) y 2013 (158,427), saliendo primordialmente de Nueva York, Miami y Fort Lauderdale.
Según Zully Salazar Fuentes, presidente de Corpoturismo, “Estados Unidos con el 19% es uno de los mercados que más reporta llegada de turistas internacionales a Cartagena. Con este acuerdo con Apple Vacations se apalancará mucho más la llegadas de viajeros procedentes de este país y se posicionará Cartagena como un destino internacional”. La funcionaria le atribuyó el éxito del acuerdo con Apple Vacations al trabajo estrecho entre los sectores público y privado.
Por otro lado, antier llegaron a la ciudad cuatro cruceros turísticos al tiempo, un nuevo récord para esta modalidad de turismo, inundándola con más de 15 mil visitantes.
Las anteriores son grandes noticias para Cartagena, pero también son un gran reto para que la ciudad no se descuaderne ante su propio éxito. El turismo, como mencionamos, crece a saltos, la hotelería también se prepara para construir las habitaciones necesarias, pero la movilidad de Cartagena es cada vez más inadecuada y frágil hasta para nuestro crecimiento vegetativo, que ya no es tan modesto.
Es indispensable ampliar al máximo todas las arterias viales que lo permitan, pero también debemos pensar en un transporte público excelente para que más coches privados se queden en casa, y en una política de construcción más racional en el sector turístico, que ya está saturado en movilidad y siguen haciendo torres de vivienda cada vez más grandes.
El turismo náutico también crece a pasos agigantados y a la bahía le entran con alguna frecuencia yates y megayates de mayor eslora y calado sin que haya las marinas adecuadas para recibirlos. Esta carencia también hay que solucionarla pronto.
Cuando todos los esfuerzos de promoción turística rindan sus frutos, y especialmente cuando rebajen la tasa aeroportuaria para el turismo extranjero, la cantidad de visitantes llegará a ser enorme. Se requiere entonces mucha más de la cooperación público privada de la que habló Zully Salazar para que la ciudad tenga calidad de vida para sus ciudadanos y sus visitantes.
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