Editorial


El censo agropecuario

El último censo agropecuario se hizo en Colombia hace 42 años, así que aunque se saben muchas generalidades del campo, la ignorancia acerca de este sector es mucho más profunda de lo que se sospecha. El DANE anunció que el censo costará 300 mil millones, que necesitará 22 mil personas para acopiar la información, que arrancó el año pasado y que debe estar concluido en noviembre de este año para poderlo utilizar en el Plan de Desarrollo del nuevo gobierno nacional.

El censo se concentrará en recoger estadística acerca de tres áreas principales: la producción y factores conectados a esta; los datos sociales y demográficos, y cuál es el manejo ambiental cuando lo haya. La tenencia de la tierra será de interés, como serán los inventarios, los sistemas de producción, las máquinas, tamaños de potreros, tipos de pastos y muchos otros datos importantes.

No dudamos de que la entidad descubrirá el clamor en el agro del país, y especialmente en el de las costas y seguramente el de departamentos marginales del sur: cualquier emprendimiento agropecuario necesita agua para regar -es tan obvio- y buenas carreteras terciarias. Aunque no hicieran más nada por el campo de Colombia, solo estos dos factores con seguridad incrementarían la producción y la productividad del agro exponencialmente.

Según el DANE, el país tiene 3.900.000 predios rurales y se propone visitarlos todos con su ejército de 22 mil personas, las que dice que reclutará en cada región mediante el método de recoger hojas de vida y luego las capacitará para desempeñar sus distintas misiones. Ojalá que haya recogido las hojas de vida mucho antes de la elección, o la presión de la contaminación política quizá sería inmanejable en una época en donde se promete de todo mientras llega y pasa el 15 de junio próximo.

El 12 de enero de este año, luego de entrevistar al director del DANE, Mauricio Perfetti, este periódico decía que era de interés para el Censo “La ganadería de leche doble propósito y de carne en las llanuras de la Orinoquia, la Costa Caribe y la región Andina. Al interior de las unidades de producción agropecuaria, se indagará por las características básicas de la actividad, su tamaño y distribución, caracterizando aspectos estructurales como tipo de semilla, densidades, infraestructura, destino de la cosecha de los cultivos transitorios y permanentes”.

El DANE también dijo que recogería la información mínima, incluyendo cuántas gallinas hay en los patios, y aseguró que ningún predio sería demasiado pequeño para escapar a su escrutinio.

Vemos con preocupación que muchas de las iniciativas importantes de las que tenemos noticia, como la transferencia de tecnología lechera de Nueva Zelandia, se enfocan en el área andina. Lugares fértiles del Caribe como La Mojana, con un potencial productivo enorme, siguen a la deriva y no se conocen los estudios “integrales” prometidos por el Gobierno para sacarle provecho a esta tierra.

Convendría que el DANE entregue un informe del avance del Censo Agropecuario, especialmente en Bolívar, para tranquilidad de un departamento tan rural como el nuestro.

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