La empresa Pacaribe acaba de hacer público un censo de vendedores informales, tanto ambulantes como estacionarios, sumó la cantidad de basura que producen y calculó cuánto le cuesta a los cartageneros recogerla. Censó 13 sectores, encontró en ellos 3.946 vendedores que producen mensualmente 4.368 metros cúbicos de basuras que pesan 1.310 toneladas, que cuesta $95.609.113 mensuales recogerlas, lo que equivale a $1.147.309.356 al año.
A pesar de que la basura es un problema enorme porque no hay cultura de ponerla en los sitios indicados, impacta más del censo la cantidad de vendedores informales que hay por sector. El “campeón” es el Centro Histórico, con 1.460 vendedores que son el 37% del total; lo siguen el Paseo Bolívar y la Esperanza, con 341 informales que son el 8,6% del total; el tercer lugar lo ocupa el mercado de Bazurto, con 313 vendedores informales son el 7,9% del total de informales.
Los vendedores del Centro están distribuidos así: hay 297 puestos en la Avenida Venezuela; 157 en el Parque de Bolívar; 146 en la Torre del Reloj; 137 en San Diego; 107 en la plaza de San Pedro; y 99 en el parque del Centenario. Los mayores generadores de basuras en el Centro son la avenida Venezuela (251 mt3); San Diego (135 mt3); el parque de Bolívar (131 mt3); la Torre del Reloj (118 mt3); el parque del Centenario (110 mt3); y la plaza de San Pedro (90 mt3).
Son notorios el deterioro del espacio público en el Centro, la proliferación de los vendedores informales y la impunidad con la que se apoderan del espacio común, pero nadie se hubiera podido imaginar que en este sector haya 4,7 veces más vendedores informales y 3,95 veces más metros cúbicos de basuras, por ejemplo, que en el mercado de Bazurto.
Y para ampliar la comparación, los informales del Centro producen 13,24 veces más basuras que los de Bocagrande y El Laguito, donde hay “apenas” 103 vendedores informales (2,6% del total) que producen, coincidencialmente, 103 metros cúbicos de basura mensuales.
El censo encontró que la actividad informal que más basuras produce de las 17 identificadas es la venta de frutas, tubérculos y verduras (17,1% del total), seguida muy de cerca por las comidas rápidas (17%), los fritos (14,)%), y al final de las lista están las peluquerías callejeras, con 0,1 % de la producción de basuras.
Aunque este censo fue hecho por una compañía de aseo para su uso particular, los hallazgos son alarmantes. Es verdad que hay pobreza y necesidad en Cartagena, y bastante, pero es inaudito que se ponga en riesgo la que hemos llamado muchas veces caja registradora de la ciudad, como es el Centro Histórico y demás monumentos, responsables de una gran cantidad de los empleos formales de Cartagena. En esto se deberían dejar de lado los argumentos populistas lastimeros, y ser inflexibles, pero la sensación, ahora afirmada por este censo, es que se pierde la batalla contra la apropiación indebida del espacio público.
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