Hace pocos días la alcaldía le expuso el plan de adaptación al cambio climático de Cartagena (Plan 4C) a varios altos funcionarios del gobierno Nacional, entre estos el Ministro de Ambiente y Sostenibilidad, Luis Gilberto Murillo; y a la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture.
A esta última, según un boletín enviado por el Plan 4C, le informaron acerca de “los riesgos detectados en Cartagena para el 2040, los cuales son: 86% del patrimonio histórico afectado por inundaciones, 100% de las playas en riesgo por erosión, 26,2% de la infraestructura vial amenazada, 28% de la industria en riesgo por inundación, entre otros”.
Esta información es gravísima, pero con la ventaja de que al saberla, se pueden y deben tomar medidas para evitar al máximo los daños, que es el propósito final del Plan 4C: que la ciudad esté lista para las consecuencias del cambio climático, en el que ya estamos inmersos.
Decir que el 86% del patrimonio histórico estará “afectado por inundaciones” parece lo mismo que decir que estará inundado con mucha frecuencia, lo que será un problema mayúsculo si no se toman medidas desde ahora, al igual que el que 100% de las playas tendrán “riesgo” de erosión, y además, estarán bajo agua si no se construye un malecón marginal suficientemente alto con su correspondiente batería de espolones para alejar el mar de la ciudad.
Esto quiere decir que la avenida del Bicentenario, ahora una APP llamada “Paseo Turístico Cartagena de Indias”, es urgente construirla, especialmente por sus defensas costeras, que deberían soportar grandes oleajes y mareas cada vez más altas.
Todos estos conocimientos logrados por el Plan 4C, que incluye una simulación de cómo, cuándo y por dónde se inundará la ciudad a medida que el cambio climático siga derritiendo hielos polares y el nivel medio del mar siga creciendo, deberían ser incorporados a los POT sucesivos y al código de construcción para hacer edificios que desde ahora sean diseñados para lo que viene, evitando mayores pérdidas económicas.
Ya deberíamos estar planificando cómo serán las defensas costeras de todos los barrios sobre el litoral, y sobre todo, dónde mudar los que hoy están ya en peligro, y dónde desarrollar los barrios nuevos para que estén a salvo del mar durante muchísimos años después de construidos.
Igualmente, obras indispensables, como la de drenajes pluviales, deben considerar todos estos fenómenos, como con seguridad lo harán si son construidas por la ingeniería local.
El Plan 4 C incluye también puertos, industria y por supuesto, turismo. Habla el boletín de la “urgente necesidad de tomar medidas para mitigar los riesgos actuales y futuros; ya que es la única opción de supervivencia que tenemos bajo las condiciones que vive nuestro planeta”.
Estamos advertidos.
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