Editorial


El retorno del MAS

“Hay razones para suponer que MAS tiene la madurez para rectificar los errores cometidos en los dos últimos periodos de Morales en cuanto a laxitud en el (...)”.

EL UNIVERSAL

21 de octubre de 2020 12:00 AM

Aun cuando no han concluido los escrutinios tras las elecciones del domingo pasado para elegir un nuevo gobierno en Bolivia, se da por descontado el holgado triunfo de los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce como presidente y David Choquehuanca como vicepresidente.

El partido MAS fue forjado por Evo Morales, que lo llevó al poder en 2004, el cual mantuvo tras sucesivas reelecciones hasta cuando fue derrocado al perder el apoyo de los militares en 2019, después de acusaciones de fraude en las elecciones que procuraban su cuarto periodo presidencial. Ahora, refugiado en Argentina, cobra un protagonismo que sólo será contenido por la no presencialidad física en territorio boliviano por causa de las órdenes de arresto por procesos penales que cursan en su contra. Sin embargo, se espera que funja como cohesionador de todas las fuerzas indígenas que salieron en masa a votar por la recuperación del poder, y que han demostrado que MAS es más que un movimiento caudillista alrededor de Morales.

Hay razones para suponer que MAS tiene la madurez para rectificar los errores cometidos en los dos últimos periodos de Morales, en cuanto a laxitud en el manejo de presupuestos, en una innecesaria deriva a la polarización política y en el culto a la personalidad de su fundador, pues es mucho más lo bueno de lo logrado durante los años de control de la gestión pública del país, que los lunares de esta. En efecto, durante los mandatos de Morales, Bolivia obtuvo resultados que le merecieron la consideración global. Por ejemplo, el PIB del país pasó de US$9.000 millones de dólares a US$40.000 millones; la pobreza extrema se redujo de 38% a un sorprendente 15%; y para no seguir con más datos, basta con agregar el remarcable incremento del salario mínimo de US$60 a US$310.

Pese a todos los pronósticos, por el temperamento altamente politizado de Morales, sus detractores a nivel interno y externo siempre esperaron que siguiera el camino trágico que tomó el chavismo en Venezuela, que dilapidó las bonanzas petroleras. Por el contrario, el MAS, bajo su liderazgo, optó por aprovechar los altos precios de las materias primas producidas por Bolivia, destinando las divisas recibidas a fortalecer la economía y mejorar las condiciones de vida de su población.

Se espera entonces que el MAS vuelva por esos fueros, tal como lo ha prometido el presidente electo, para lo cual arrancará su mandato con plena legitimidad no sólo por la copiosa votación obtenida, sino por el pronto reconocimiento de su victoria por todas las fuerzas políticas que resultaron derrotadas.

También es innegable que la recuperación del poder por el MAS tendrá efectos en la reagrupación de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica. Con el Kirchnerismo en Argentina y el Partido de la Revolución Democrática en México, el MAS sumará para impulsar el giro en el péndulo en esta parte del mundo, lo cual es una buena noticia para los opositores del partido de gobierno del presidente Duque.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS