Editorial


El Salado irradia positivismo

EDITORIAL

28 de noviembre de 2015 12:00 AM

El Salado es un pueblo marcado por la masacre ocurrida allí del 16 al 19 de febrero del año 2000, cuando 450 paramilitares del Bloque Sur de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mataron a más de 60 personas en forma brutal. Aunque nunca se olvidará, no logró domeñar a sus habitantes, quienes honran a sus difuntos, pero sabiendo que la vida continúa.

Gran parte del éxito del “nuevo” El Salado se debe a la Fundación Semana (de Revista Semana) y a un grupo de aliados, quienes llevan varios años trabajando allí. Según la propia Fundación, “En Abril de 2009 Publicaciones Semana creó la Fundación Semana... Buscando diseñar modelos replicables de reconstrucción de un país devastado por la guerra, luego de una búsqueda intensiva llegamos a El Salado...”

Bajo el liderazgo entusiasta y eficaz de Claudia García, directora e la fundación, allí trabajan en forma integral en infraestructura, desarrollo comunitario, desarrollo económico, salud, educación, cultura y seguridad. Sus aliados incluyen a las empresas, fundaciones y entidades oficiales más importantes de Colombia, y todas han aportado en dinero o en especie. Este equipo liderado por Fundación Semana ya trabaja en Palenque y lo hará también en la Alta Montaña, arrancando por Macayepos.

El Salado hoy tiene acueducto, alcantarillado, servicio de basuras, biblioteca y actividades múltiples de capacitación para jóvenes y adultos. Y los 19,5 km desde la Troncal de Occidente frente a El Carmen de Bolívar hasta el pueblo, antes una trocha intransitable en época de lluvias, están pavimentados en placahuella con cemento donado por el Grupo Argos, quien también donó más de 6 mil hectáreas de tierra para desarrollo productivo campesino. Ninguna empresa, sin embargo, es más importante que otra en esta unión de esfuerzos.

Impresionó la calidad y diseño de las 100 casas regaladas por el gobierno nacional, incluida la casa número 100 mil, por sus áreas generosas y por su respeto a la cultura del Caribe: todas tienen un quiosco con techo de palma en el patio, equipado como cocina, estadero, sala o colgadero de hamacas, tal y como debe ser.
Estas viviendas fueron entregadas por el presidente Santos el jueves pasado, y aunque la maestra de ceremonias casi ahoga en incienso al gobierno, las casas, las obras ni el Estado perdieron mérito por este exceso, dado el acierto de las viviendas.

El Salado es un triunfo del trabajo mancomunado de muchas personas, compañías y entidades, y nos deslumbra tanto su éxito, que a veces olvidamos que no debería ser la excepción, sino que así y mejores deberían ser los demás pueblos del Caribe colombiano y de cualquier otro rincón del país. Felicitamos a la Fundación Semana y a todos sus aliados por este gran éxito.

 


 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS