Electricaribe está en los 7 departamentos del Caribe continental, tiene 53.029 kilómetros de redes, 2,4 millones de clientes, genera 1.476 empleos directos y 7 mil indirectos. En los últimos 5 años, dice la empresa, acumuló pérdidas por 78 mil millones de pesos; tiene un déficit de caja de 288 mil millones y una deuda financiera de 1,4 billones de pesos, acumula 590 mil millones en déficit por “fraude e impago”, y sus activos valen 6,1 billones de pesos.
Electricaribe es una empresa con dificultades reflejadas en su pésimo servicio en la mayoría de la Costa Caribe, el que podría causar un verdadero estallido social si continúa así, pero sus problemas no se resolverán con más populismo ni politiquería, especialmente en épocas casi electorales, sino con mucho dinero, cabeza fría y sobre todo, con la voluntad del Gobierno, la compañía y los usuarios. Ninguno de este trípode, de por sí solo, tiene la solución.
Sin que el Estado no solo meta la mano con capital y cambie el esquema, sino que pague puntualmente a Electricaribe, la empresa, y cualquier otra en las mismas condiciones, fracasará estruendosamente, para gran perjuicio del Caribe continental colombiano.
La empresa dice que más de la mitad de sus clientes están en “Zonas Especiales (léase pobres) “y cerca del 80%...requiere de algún tipo de ayuda del Estado para facilitar el pago de su consumo de subsistencia”. Electricaribe no pude cambiar de zona ni cambiar su clientela, que como es obvio, es casi toda de bajos ingresos y crece mucho más rápido que los “barrios normalizados”, como le llaman a los de estratos menos bajos.
A pesar de los apagones y del fastidio de mucha de su clientela, la empresa dice que el servicio eléctrico mejoró mucho en los últimos 15 años porque tiene más cobertura, más calidad, menos fraudes e ‘impagos’, “todo esto gracias a la fuerte inversión, del orden de los 2 billones de pesos”. Pero a pesar de la mejoría, sigue el fraude y el no pago, razón por la que la empresa debe 1,4 billones de pesos.
La deuda de los clientes con Electricaribe en febrero de 2015 era de 1,7 billones de pesos, de los que 115.000 millones “corresponden a organismos oficiales (acueductos, hospitales, alumbrado público, escuelas…)”. Generar energía se encareció “de manera exponencial”, por lo que los ingresos de la compañía se van en pagar la energía que le entregan y el servicio de la deuda, y la inversión en distribuir energía es menor cada año.
Y la perla: “Desde el año 2000 los accionistas de la compañía no han recibido ni un solo peso en dividendos, habiéndose reinvertido todos los recursos generados”.
En pocas palabras, es fácil ver que Electricaribe es inviable como va, y que ni que se encadene toda la población mejorará su situación, ni podría subsistir ninguna otra empresa en iguales condiciones.
Lástima que la compañía se demorara tanto en contar su situación con números en la mano, pero sobre todo, es imperdonable que el Estado no actuara para pagar lo que le debe, para subsidiar oportunamente a los pobres del Caribe y para procesar a quienes pudiendo pagar sus cuentas, no lo hacen.
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