Editorial


Emisario, final feliz

EL UNIVERSAL

26 de agosto de 2018 12:00 AM

El 12 de junio de 2014, El Universal informó que un fallo del Tribunal de Arbitramento del Distrito, del 9 de junio, condenaba “(...) por casi 16 mil millones de pesos (...)”, más $1.800 millones por las costas, a la empresa inglesa Halcrow Group Limited, por hundirse el 2 de diciembre de 2010 un tramo de la tubería del Emisario Submarino, y perderse otro tramo, exonerando de paso a Aguas de Cartagena por este hecho y confirmando que la empresa anglosajona había incumplido el contrato del 5 de noviembre de 2008. El laudo advertía que corrían intereses de mora desde el fallo favorable hasta que Halcrow pagara lo adeudado.

El Banco Mundial le prestó a Cartagena el dinero para hacer el Emisario Submarino, pero a la vez eligió unilateralmente a EDT Marine, una empresa chipriota, para ejecutar los trabajos porque no creía que Acuacar tenía la capacidad técnica para hacerlo, y nombró al Halcrow Group Limited como empresa interventora. Por usar un remolcador sin la capacidad necesaria, EDT Marine no pudo seguir la ruta predefinida para llevar la tubería desde Bahía Honda, dentro de la bahía de Cartagena, hasta Punta Canoas, donde debía ser instalada, y en vez de hacerlo por aguas de 10 metros de profundidad, resultó haciéndolo por fuerza mayor a 60 metros de profundidad, haciendo más difícil el rescate.

Al quedar mal instalados unos lastres, el oleaje corrió varios de ellos hacia un punto, hundiendo la tubería, la que luego se rompió, quedando un pedazo debajo del agua y otro a la deriva. EDT Marine, para colmo de males, eligió llevar en un solo viaje los 4,3 km de tubería ya unida, que sería hundida en Punta Canoas para que por allí saliera el agua servida de Cartagena, y todo fue peor.

Ante este fracaso, Acuacar, la que según el Banco Mundial no tenía la capacidad técnica, reemplazó los tramos de tubería dañados y rescató los que estaban buenos (invirtió 50 mil millones), y los transportó de Bahía Honda a Punta Canoa, por tramos que hundía allá de uno en uno, y así el Emisario Submarino comenzó a funcionar desde octubre del 2012, aunque fue inaugurado oficialmente en marzo de 2013.

Ayer informó Acuacar acerca de un final feliz: “Luego de las gestiones judiciales emprendidas por Aguas de Cartagena S.A. E.S.P., se logró que la empresa Halcrow Group Limited cancelara más de 20 mil millones de pesos, como parte de la condena económica contenida en el laudo arbitral proferido por el Tribunal de Arbitramento el 9 de junio de 2014, por el cual se le declaró civilmente responsable, debido al incumplimiento de sus obligaciones como interventora en el marco de la construcción del Emisario Submarino de la ciudad de Cartagena”.

Como el Emisario Submarino funciona bien, como debe ser, ya nos olvidamos de él, pero vale la pena recordar todo lo que pasó a su alrededor en estos tiempos de noticias negativas y de fallas eléctricas en el Caribe, para regocijarnos de que al menos tenemos una empresa de servicios públicos que funciona bien, y que nos sacó de un apuro grande al asumir el reto de instalar el Emisario Submarino, y hacerlo de manera hasta ahora impecable.

 

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