Editorial


En las buenas y en las malas

EL UNIVERSAL

29 de junio de 2015 12:00 AM

A la Selección Colombia se le puede tildar de haber jugado mal, de no haber empleado a fondo su capacidad técnica, pero no puede decirse que no se emplearon a fondo en la presente edición de la Copa América, que no lucharon con energía para salir adelante. Al fin y al cabo le ganaron a Brasil y empataron con Argentina, dos de los equipos más poderosos del continente, y perdieron la oportunidad de pasar a la semifinal en la lotería de la definición por tiros penaltis, una instancia que también dejó por fuera a uno de los favoritos para ganar la copa.

Por haber tenido un desempeño poco satisfactorio en la Copa América, hay quienes lanzan diatribas contra los jugadores o contra el técnico que hace pocos meses ensalzaban por los resultados del Mundial de Brasil. Pero como en la vida, en el fútbol la gente tiene altibajos y de un desempeño excelente se puede pasar a la mala actuación, sin que eso signifique que un equipo dejara de entregarse y de hacer su mejor esfuerzo.

Colombia tiene muchas cosas de qué enorgullecerse por su actuación en Chile, empezando por la calidad de su arquero David Ospina, quien salvó más de una vez a la Selección y tuvo una heroica actuación en los partidos que alcanzó a disputar, permitiendo un solo gol. También es injusto criticar agriamente a Falcao García, porque atraviesa una mala etapa, olvidando todo lo que hizo por el equipo nacional durante las eliminatorias al Mundial.

A diferencia de hace 30 o más años, le Selección Colombia es un conjunto de jugadores unidos, donde cada uno aporta según sus capacidades. En la época en que todos los equipos nos goleaban, se tenía un conjunto de individualidades que no compartía una técnica ni un estilo. Ahora se tienen metas y se trabaja colectivamente por lograrlas. Todos los futbolistas escogidos juegan en equipos europeos y todos se destacan en ellos. De manera que no es como dicen algunos, en medio de la frustración por no seguir avanzando en el torneo continental, que es un equipo débil y poco combativo.

En una rueda de prensa de la Copa América, James Rodríguez pedía acompañar a la Selección en las buenas y en las malas, demostrando el mismo amor por nuestro tricolor en todas las circunstancias. Que así como nos deshicimos en elogios cuando obtuvo triunfos apoteósicos en el Mundial, tuviésemos comprensión cuando las cosas no hayan salido tan bien como hubiésemos querido.

Esa misma comprensión y apoyo debemos tenerlo con el país, para salir adelante a pesar de los reveses y las etapas negativas. Es preciso estar comprometidos con él en las buenas y en las malas, como pidió James con la Selección. Ya basta de esa desmesura de considerarnos los mejores del mundo cuando las cosas van bien y los peores cuando hay problemas.

Seguramente la Selección Colombia nos deparará grandes satisfacciones en el futuro, y el desempeño impecable que echamos de menos en este Copa América. Lo importante es que estemos con ella no importa cuáles sean las circunstancias.

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