Ayer el ministerio de Comercio, Industria y Turismo envió un comunicado, por cierto fechado el 22 de noviembre, informando que el país exportará carne a Georgia, país entre Asia y Europa, y recordó haber exportado las primeras 24 toneladas de carne a Jordania hace dos meses. Colombia ya exporta carne bovina a Rusia, Jordania, Curazao, Perú y Angola. La carne bovina deshuesada y congelada sale de los frigoríficos Red Cárnica, Frigosinú, Camagüey y Vijagual. Hay que destacar que Camagüey, el frigorífico barranquillero, es pionero en exportar carne y lo hace desde hace varias décadas con calidad, esfuerzo y eficiencia.
Estas ventas al exterior son una gran noticia, y son parte del PINES(Proyecto de Interés Nacional Estratégico), que según la ministra Álvarez Correa, “...va en línea con nuestro plan de diversificar las exportaciones para que en el 2018, las no minero-energéticas, sumen US$30.000 millones”, dijo. En el sector cárnico, la meta es saltar de US$43 millones de exportaciones de carne bovina en 2014 a US$444,5 en 2018.
Este esfuerzo lo lidera Carolina Soto, la Ministra Consejera para el Sector Público y Privado, y participan además del Mincit, “los ministerios de Agricultura, Salud y de Relaciones Exteriores, así como de las Embajadas de Colombia, del ICA, el Invima y el sector privado representado por Fedegan, Acinca, Asocarnicas, Frigoríficos de Colombia, el Consejo de la Cadena Cárnica Bovina y las plantas de sacrificio”. Se nota que la tramitomanía exigida por los países extranjeros para exportarles (hay 28 naciones en la mira) es engorrosa, y es una barrera en muchos casos.
Llaman la atención cinco ejes para exportar carne: 1) admisibilidad sanitaria; 2) generar una oferta exportable con carne competitiva en precio, calidad y volumen; 3) promoción comercial para ayudarles a los empresarios a negociar en los mercados internacionales; 4) impulsar la cultura exportadora; y 5) asuntos regulatorios.
Una característica importante para cualquier producto de exportación, e incluso para el consumo doméstico, es que sea homogéneo. La carne no puede ser tierna y sabrosa en una ocasión, y dura e insípida en otra.
No dice el comunicado de dónde es el ganado que se sacrifica ni cuál es su mestizaje, todo lo cual tiene que ver con las características de la carne, como el marmoleo, la terneza y el sabor. La gran ventaja de Colombia es que engorda su ganado en pastoreo, lo que hace que su carne, además de más competitiva, sea mucho más saludable que la de aquellos animales cebados con concentrado en grandes establos, con el riesgo de la enfermedad de las vacas locas.
Esperamos que las ganaderías de Bolívar participen en estas exportaciones, cuyas exigencias ayudarán a mejorar las explotaciones en todo sentido: en genética, en pastos, en sanidad animal, y en desarrollar la mentalidad empresarial que tanta falta hace.
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