Editorial


Fedesarrollo: tres mitos del agro

Fedesarrollo emitió su informe mensual para agosto de 2013 y dedica un análisis al impacto de los tratados de libre comercio (TLC) sobre el sector agrícola en vista de los paros campesinos recientes cuya intensidad tomó por sorpresa al Gobierno y a buena parte del país.

El análisis se centra en la entrada en vigencia del TLC con los Estados Unidos dado que este es el caballito de batalla de muchos de quienes protestan y de sus líderes.
Fedesarrollo nos informa que la participación del sector agrícola en el PIB se portó como en casi todo el mundo: en 1990, en Colombia era “cercana al 17%, mientras que al cierre de 2012 fue de tan solo un 6,5%”, y que en el mundo pasó de 6,2% en 1990 a 3,1% en 2010.

La entidad hace hincapié en la paradoja de que “el inconformismo agrario de 2013 ha coincidido con una espectacular expansión de su producción”. Ya se sabe, por ejemplo, que la cosecha de papa fue espectacular y la caída en su precio no se debió a la importación a través de ningún TLC, sino a la sobreproducción local.

El análisis de Fedesarrollo habla de tres mitos e indica que las importaciones agregadas de productos agrícolas no se incrementó con la implementación del TLC con los Estados Unidos, pero sí hubo sustitución. Es decir, se dejó de importar víveres de otros países para importar las mismas cantidades de estos de los Estados Unidos, aprovechando las ventajas del TLC.

Un segundo mito que Fedesarrollo desarticula es que Colombia importo más productos agrícolas mediante los TLC que lo que exportó en total del sector, cuando la realidad es que el país tiene un superávit en este rubro aún después de entrar a funcionar el TLC con los Estados Unidos.

El tercer mito del que habla ese centro de investigación es que la agricultura nacional está afectada por la importación de otras naciones, cuando ha pasado todo lo contrario desde que entró en vigencia el TLC con los Estados Unidos y asevera que la agricultura “jalonó el crecimiento de la economía colombiana en lo corrido de 2013, lo cual no ocurría desde el 2001”.

Fedesarrollo concluye que la política pública de protección comercial implementada por el Gobierno le hace más daño al país, ya que promueve la ineficiencia y “trasladan una presión de precios al consumidor sin solucionar el problema de fondo para los productores”.

En vista del análisis de Fedesarrollo, nos preguntamos: ¿cómo hacer para que quienes protestan analicen las estadísticas y para que el Gobierno elabore políticas agrarias que las consulten? ¿Cómo quitarle lo emocional a los estribillos ideologizados que se repiten todo el tiempo en las manifestaciones y paros y cómo meterle los datos duros, que están disponibles?
Fedesarrollo no da sugerencias al respecto, pero sí sugiere lo que todos sabemos: mejorar la educación en el campo, promover la capacitación técnica y hacer más eficiente el suministro de insumos para los campesinos.

Ojalá que los problemas del agro se logren aterrizar en lo técnico y que no sigan sirviéndole a los diversos intereses politiqueros.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS