No se explican las empresas del Caribe colombiano, según afirma la Andi local en un comunicado, cómo puede ser equitativo que el precio del gas industrial local pueda ser 74% más caro que en el resto del país para los contratos a corto plazo, que es el caso mayoritario aquí en Bolívar, ni cómo el gas está tan caro cuando el precio internacional del petróleo está tan bajo.
Por otro lado, la fórmula nueva del precio del gas para la Región Caribe (con el WTI, o valor del barril de petróleo, incluido) acordada por industriales de la Costa Caribe con el ministro de Minas, Tomás González, que abarataba el gas hasta en 18% para los contratos de largo plazo, resultó siendo optativa para los productores, por lo que Ecopetrol la acogió y Chevron, el mayor productor, se negó a hacerlo. No sabemos qué beneficios le puede traer a cualquier compañía acabar con la competitividad de una región, quebrar a sus clientes y desencadenar el desempleo y con este una crisis social.
La Andi afirma que la bancada parlamentaria de Bolívar radicó una constancia en el Congreso en la que opinaron que la sequía del fenómeno de El Niño se estaba usando de pretexto para encarecer el gas industrial y preguntaron: “¿Por qué la industria de la costa, principalmente la de Bolívar, tiene que pagar los costos del fenómeno de El Niño y no todo el país? Consideramos que estas condiciones son injustas para una región que se esfuerza a diario por impulsar el desarrollo nacional”. Por todo lo anterior, la bancada bolivarense citó a audiencia pública al ministro de Minas y Energía, al Ministro de Hacienda y Crédito Público y al Director de del Departamento Nacional de Planeación, miembros de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), para que expliquen qué han hecho.
La Andi cita estadísticas que muestran que con esta crisis el PIB industrial nacional decrecería, entre otras cosas, porque “El PIB del departamento de Bolívar, el más grande de la Costa Caribe, caería; las exportaciones podrían bajar hasta un 30%, pues Bolívar representa entre el 15% y el 20% de las exportaciones no tradicionales de Colombia y cerca de 40 mil empleos directos y 120 mil indirectos que genera la industria del Caribe se pondrían en peligro”.
El tejemaneje estadístico del gas es complicado, su jerga ininteligible, pero la bancada bolivarense -¡qué bueno verla unida y jalando para el mismo sitio!- tiene la razón al hacer las anteriores preguntas, aunque en el Caribe colombiano sabemos la respuesta, como lo dijimos El Universal y El Heraldo en un reciente editorial conjunto: el precio del gas para la Costa Caribe es una decisión política del gobierno central más que una económica. Hay tubo para llevar gas de la Guajira a Bogotá, pero no para traer de vuelta el de Cusiana; y el gas de la Guajira es más barato en Bogotá que aquí.
Como decimos en el Caribe, “¡cójeme ese trompo en la uña!”
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