Editorial


Gaula se anota éxito contra la extorsión

La Policía Nacional ha tenido varios éxitos en estos días, principalmente desmantelar una red de extorsionistas que operan, aunque sea difícil creerlo, desde las cárceles del país. Es decir, los extorsionistas telefónicos están presos, por lo que sus recapturas, si se pudieran llamar así, son simbólicas, aunque equivalen a nuevos procesos que solo deberían aumentar sus penas si la justicia hace su oficio.

Pero además, la Policía dijo ayer que “En allanamientos simultáneos” del Gaula “en diferentes departamentos del país (Cundinamarca, Putumayo, Santander, Tolima, Cesar, Magdalena, Antioquia, Atlántico y Bolívar) fue desarticulada, mediante una operación, “Los Condenados”, una red de extorsionistas de modalidad carcelaria, capturando mediante orden judicial a veinticuatro (24) personas, solicitadas por el Juzgado Noveno penal municipal (de Cartagena) con funciones de control de garantías, por los delitos de extorsión agravada y concierto para delinquir agravado”.  

Los bandidos se hacen pasar por miembros de “Los Rastrojos”, “Los Urabeños” (ahora llamados el ‘Clan Úsuga’) y “Los Paisas”. Llaman a sus víctimas, usualmente escogidas al azar en el directorio telefónico, les piden armas y municiones y cuando estas dicen no tener dónde comprarlas, les solicitan consignar el valor equivalente o enviarlo a través de empresas especializadas.

“Los capturados en varias partes del país, diecisiete (17) mujeres y siete (07) hombres, eran los encargados de reclamar estos depósitos de dinero producto de la extorsión...en las diferentes ciudades del país”. Es decir, quienes extorsionaban a víctimas de Cartagena les daban instrucciones de girar el dinero a sus aliados en otras ciudades.

Que 24 bandidos hayan sido capturados (5 aquí), todos involucrados en extorsiones a cartageneros, es excelente y también lo es que hayan sido identificados quienes extorsionan desde las cárceles.

Faltaría sería saber quiénes son los funcionarios aliados de los presos en las cárceles, y cómo, cuándo y por cuánto les permiten ingresar teléfonos y usarlos. Estas personas merecen estar presas tanto o más que los extorsionistas. La extorsión es uno de los crímenes más despreciables porque aterroriza a las víctimas y les roba su trabajo, y además, incrementa la sensación de inseguridad.

Menos mal que la campaña “Yo no pago, yo denuncio”, de la Policía, y más concretamente del Gaula, dio sus frutos en Cartagena a medida que los comerciantes les tomaron confianza a estas personas dedicadas a luchar contra la extorsión cada vez con más éxito, que la entidad le atribuye a las denuncias de los ciudadanos, todas confidenciales.

Sin esta colaboración, como las mismas autoridades lo aseguran, sería casi imposible una operación de capturas contundentes y simultáneas en varias partes del país, como las que acaban de ocurrir.

Y mientras más denuncias haya, más extorsionistas quedarán fuera de acción, así que es importante que toda víctima de estos parásitos criminales confíe en la Policía Nacional para erradicar este delito.

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