Según Amylkar Acosta (El mantra de Electricaribe) la empresa está en un círculo vicioso: no le pagan porque el servicio es malo, y no lo mejora porque no le pagan. La empresa tiene 2,6 millones de clientes, o 25% de la demanda nacional y 80% están en los estratos 1 y 2, quienes deben más de $400.000 millones, y el sector oficial debe más de $144.000. Para rematar, dice Acosta, “(...) el mercado en el cual opera Electricaribe ha sido descremado” porque 53% de los industriales “(...) que son la pulpa del negocio se lo llevan otros comercializadores y generadores a través de contratos bilaterales, quedándole a Electricaribe el hueso del mercado”. En pocas palabras, este es un pésimo negocio.
La esencia del problema, según Acosta, es “(...) la falta de inversión en (...) subestaciones, transformadores, compensadores, postería, en el Sistema Nacional de Transmisión (SNT) y en el Sistema Regional de Transmisión (SRT), así como en la renovación y refuerzo de las redes de distribución” del propio Electricaribe, por lo que se “(...) sobrecargan transformadores y conductores por crecimiento de la carga, por obsolescencia de la red, contaminación y mayores requerimientos de mantenimientos. Esto, según Acosta, explica la vulnerabilidad de Electricaribe, además de que nuestra demanda de energía (7%) es mayor que el promedio nacional (4.2%).
Acosta hace la siguiente advertencia: “Ante esta situación, tan delicada como compleja, no han faltado quienes propongan una salida tan facilista como la intervención de la empresa, pero las experiencias pasadas de las intervenciones por parte de la Superintendencia de Servicios públicos no la aconsejan”.
Está en marcha el Plan5Caribe, que consta de 394 proyectos del Sistema de transmisión regional y nacional, y el Sistema de Distribución Local, “estratégicos para el Caribe”, con “dobles calzadas” y “vías locales” para llevar la energía a la gente del Caribe. Este plan cuesta $5,1 billones en 5 años, y ya transcurrió el primer año.
Mientras que Acosta, exministro de Minas y Energía, experto en energía eléctrica, y además es director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, recomienda no intervenir a Electricaribe por contraproducente, los gobernadores del litoral Caribe continental piden que esta empresa se vaya, así no más.
Es una propuesta que suena populista y poco seria, y además, los gobernadores no proponen una solución. Todos estamos hartos del pésimo servicio de Electricaribe, pero salir de esta empresa sin una solución sólida en la mano es temerario.
Como sabemos que los gobernadores no son brutos ni tontos, sino inteligentes y capaces, suponemos que su insistencia se debe a que tienen la solución en la mano.
Si así fuera, ¿qué esperan para soltarnos la liebre?
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