Editorial


La Armada y la náutica deportiva

Hace unos años, no demasiados, la Armada Nacional era una entidad restringida por un presupuesto exiguo y la responsabilidad de miles de kilómetros de mar por cuidar, además de las obligaciones terrestres de la Infantería.
Sus pocos barcos no estaban en buen estado y ver manchas de óxido extendidas cerca de las salidas de agua de los cascos era la norma. Anclas, cadenas y escobenes también chorreaban óxido a la proa de las naves. La apariencia externa reflejaba lo que podía estar sucediendo en el cuarto de máquinas y en los demás equipos internos de las embarcaciones, y daba mala impresión.

Pero la Armada de hoy, y desde hace algunos años, es distinta. Sus barcos y patrulleras están impecables por dentro y por fuera y sus equipos funcionan. Cotecmar, el astillero manejado por la Armada, produce embarcaciones sofisticadas para diferentes usos fluviales y navales, incluyendo las OPV, de las que ahora la entidad tiene dos patrullando nuestras aguas con equipos modernos, adecuados a las necesidades del país.

No hay nada estrambótico en los muelles ni dentro de las naves. Y como tampoco hoy sobra el presupuesto, las adquisiciones suelen ser las más adecuadas.

Como lo anunció ayer la Armada, en esta temporada tuvo a su cargo 382.956 turistas a bordo de 3.664 embarcaciones marítimas, para lo cual usó sus 64 embarcaciones en el Caribe con cerca de 10 mil tripulantes, sus infantes de marina y 3 aeronaves. Su actividad la desplegó en Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Guajira y el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

En esta temporada la Armada rescató a 72 personas de 12 embarcaciones, evacuó siete personas accidentadas en lanchas y barcos, y proveyó la seguridad marítima a 45 barcos de cruceros con 83.626 pasajeros en Cartagena, entre diciembre y la mitad de enero, además de supervisar la Regata anual de Cholón. Durante el año, naves de la Armada rescataron innumerables veleros y yates extranjeros averiados en aguas colombianas.

Todo lo anterior es importante en sí mismo y si no nos lo contaran quizá no nos daríamos cuenta de esta labor intensa y cotidiana. Que la Armada tenga la capacidad operativa naval y aérea de hoy no solo sirve para la vida diaria del país en los litorales, sino que prueba que además puede atender los requerimientos del Corredor Náutico, desde el Cabo de la Vela, en el Caribe, hasta la frontera con Ecuador, en el Pacífico, para que nos visiten las embarcaciones privadas extranjeras que revolotean en el norte del Caribe. 

En Cartagena ya hay yates y megayates recalando con frecuencia, pero la ciudad debe construir la infraestructura para albergarlos.

El 22, 23 y 24 de marzo habrá una exhibición nacional e internacional de yates e implementos náuticos en el Centro de Convenciones, el Cartagena International Boat Show 2014, en el que también debería estar representada la Armada para ayudar a generar en nuestros visitantes la misma confianza que genera en los colombianos, dándole un impulso mayor al Corredor Náutico y a la navegación deportiva, vocación natural de Cartagena.

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