Editorial


La Aunap y la cadena Eco Gourmet

Este trabajo meritorio debería arraigarse en la Costa Caribe, comenzando por San Andrés Islas, y en el continente desde Turbo hasta el Cabo de la Vela.

La Autoridad Nacional de Pesca y Acuicultura (Aunap) está inmersa en un programa para ayudar a los pescadores artesanales del Pacífico a ayudarse a sí mismos y por fortuna encontró socios con la misma buena intención, materializada en una alianza entre pescadores de Bahía Solano (Chocó) “que en el 2008 fundaron la empresa ‘Red de Frío’,” compuesta por cuatro asociaciones: Las Gaviotas, Pez Bahía, Maná y Sabor a Mar. Su objetivo es una “cadena de comercialización de una pesca responsable, desde el momento de la captura del recurso pesquero hasta el consumidor final”. Se elimina así el intermediario, que abusa de los pescadores y del consumidor final.

Los pescadores deberán cambiar la mentalidad de arrasar con todo y pasar a pescar solo con cordeles y anzuelos, una pesca selectiva que deja atrás redes, mallas, atarrayas y chinchorros, que para rematar suelen ser de ojo pequeño, capturando todo, incluidos peces juveniles. Además, pescarán “en unas Zonas Especiales de Pesca Artesanal (ZEPA)”, que excluirá áreas en donde la pesca sea dañina por cualquier motivo. La pesca así es sostenible porque no masacra el recurso, sino que lo cosecha.

Los socios de la Aunap y de los pescadores son el Fondo de Acción y Conservación Internacional, y “la cadena de restaurantes Wok”, a través del programa Eco Gourmet, que absorbe las 156 toneladas anuales de pescado “y tiene convenio con seis cadenas de restaurantes más”, aprovechando los pescadores la cadena de valor. La segunda etapa del programa incluirá a otras 27 asociaciones. Y en 2016 arranca la fase tercera “con los mismos cooperantes, aunque se espera que esta crezca con la vinculación de las asociaciones de pescadores de las regiones Caribe e insular”.

Este trabajo meritorio debería arraigarse en la Costa Caribe, comenzando por San Andrés Islas, y en el continente desde Turbo hasta el Cabo de la Vela. Los aliados comerciales están ya en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, en donde además de muchos pescadores, hay gran cantidad de restaurantes de calidad.

Aquí, como en el Pacífico, hay que hacer un trabajo con los pescadores para que también abandonen las artes de pesca que masacran a todas las especies desde que son juveniles, y pasar también al cordel y el anzuelo, y por supuesto, encarcelar a quienes pesquen con dinamita y a quienes la trafican. Pero la pesca sostenible no es solo la manual con cordel y anzuelo, sino aquella que establece y respeta las vedas, para lo cual debería existir un fondo que ayude a los pescadores durante los ciclos de inactividad.

La Aunap hace una gran labor y hay que felicitarla, pero también hay que exigirle que caduque todos los permisos que permiten la pesca con palangres en ambos océanos. No hacerlo convertiría la gran labor anterior en inocua y de doble moral.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS