La conversación de fondo, la más importante en Barranquilla antier, debió ser por qué el poder central tiene un sesgo notorio contra la Costa Caribe (...)
Antier se reunieron en Barranquilla los alcaldes y gobernadores de la Región Caribe con el presidente Santos para hablar de energía eléctrica, especialmente de Electricaribe, pero también para hablar del gas y la estructura anticaribe de su distribución, aunque este último punto no fue tratado con el mismo énfasis ni importancia con que se habló de la empresa comercializadora de energía eléctrica de esta región.
Santos le dio 60 días a Electricaribe para ejecutar sus inversiones en las redes regionales. Una nota de nuestro corresponsal en Barranquilla, quien asistió a la reunión entre Santos y los alcaldes y gobernadores, decía: “El mandatario de los colombianos manifestó que uno de los mayores problemas es ‘La falta de inversión que viene acumulándose hace muchos años. Es un rezago histórico de más de 20 años y el mal servicio se origina también de deficiencias de la propia empresa (Electricaribe), de descuidos de indolencia’. Electricaribe tiene que ponerse al día en sus inversiones y mejorar el servicio al cliente, para relacionarse con las comunidades y es un reclamo más que justificado, tienen máximo 60 días para hacerlo. Tenemos el compromiso de ellos”.
Con seguridad Electricaribe, como cualquier compañía, tiene cosas que podría hacer muchísimo mejor, y con seguridad tiene aún mucho campo para mejorar su relación con los clientes y para mejorar sus redes. Uno de sus grandes problemas es que la perciben como lenta y desinteresada en los malestares de sus clientes en una región en la que la energía alivia los rigores del clima a través del agua helada de las neveras y el aire fresco de ventiladores y aparatos de aire acondicionado. Sus fallas constantes la hacen antipática.
Pero siempre que se habla de Electricaribe en escenarios políticos y con posibilidades politiqueras se suele omitir aclarar que esta empresa tiene una gran porción de los clientes más pobres del país e índices altos de robo y de impago de energía. Poco se dice que entre sus peores y más morosos clientes están precisamente algunos alcaldes del país, que no pagan las cuentas de sus acueductos ni de sus alumbrados porque no saben manejar el dinero del erario o porque lo despilfarran. Ninguna empresa, Electricaribe ni otra, puede soportar esta clase de clientes.
La conversación de fondo, la más importante en Barranquilla antier, debió ser por qué el poder central tiene un sesgo notorio contra la Costa Caribe, y por qué hay una tubería que lleva gas de La Guajira a Bogotá y no hay otra que lo traiga de vuelta de Cusiana para que el gas industrial de aquí no cueste 70% más que en Bogotá. También se le debió recordar al poder central el Compromiso Caribe, que el presidente Santos firmó en campaña, y que aún es letra muerta. Mientras tanto, y en buena parte por falta de unión del liderazgo regional, el Caribe sigue con indicadores sociales y económicos muy inferiores a los del interior.
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