Editorial


La “suelta” de globos

EL UNIVERSAL

11 de octubre de 2015 12:00 AM

Cuando pensamos en la enorme contaminación del mundo, el deterioro de la capa de ozono y el calentamiento global, recordamos los combustibles de origen fósil y sus emisiones a través de diversas fuentes: fábricas; motores de vehículos terrestres, marítimos y aéreos; y grandes generadoras de electricidad, que en el mejor de los casos usan gas natural, aunque las más sostenibles serían solares y eólicas. Pero no siempre la contaminación tiene este “megaorigen”.

Un grupo de ciudadanos que comparten ideas a través del internet alertó acerca de un evento internacional de “suelta de globos” que tendría una versión local “en pro de en desarrollo del mes internacional de concientización y conmemoración de los bebés fallecidos durante o después del embarazo”, según noticia que publicamos en El Universal.

Sin embargo, Diana Rodríguez Ribón, directora del Establecimiento Público Ambiental (EPA), una vez informada del evento, en declaraciones a El Universal “advirtió sobre los daños que se podrían ocasionar a la fauna”. A pesar de esta advertencia, la fundación anunció que por tener ya todo listo, de todos modos soltaría sus globos hoy a partir de las 11 am y que el año entrante vería cómo conmemoraría el evento de otra manera.

Lo primero que hay que decir es que la causa que promueve la fundación es bien motivada, meritoria, y digna de ser respaldada por todos. Y que al usar globos, que son afines a las celebraciones infantiles en el mundo entero, seguramente se le escaparon las implicaciones ambientales negativas en todo sentido, incluido el pedagógico.

Pero una vez notificada de estas consecuencias adversas contra la fauna y el ambiente, la fundación debería haber sustituido ese evento por otro, ya que arriesgar la fauna no puede ser negociable ni es un buen ejemplo para la población a la que pretende concientizar. Al escribir esto no sabemos si soltar los globos fue cancelado o no, aunque esperamos que sí lo haya sido.

Gran parte de la contaminación del orbe viene de gente educada formalmente, que aun siéndolo, se excusa a sí misma de botar a la calle pequeñas basuras: el empaque de un caramelo, una botella plástica vacía, una goma de mascar o la banda de papel que envuelve un fajo de billetes recién entregado en el banco. Y las gentes menos educadas replican este actuar funesto. Ejemplos de estos comportamientos multiestrato los vemos a diario en la ciudad y en todo el Caribe colombiano, donde las basuras plásticas ahogan ecosistemas enteros. Por ejemplo, los manglares. Y en los Montes de María, los arroyos.

Ojalá que de este incidente de soltar globos, que esperamos termine de la mejor manera, se desprenda una campaña masiva entre la población cartagenera contra la contaminación, especialmente con elementos no biodegradables (como los globos), en la que es esencial que participen todas las autoridades, las compañías de aseo y la ciudadanía.

Seguir contaminando es la manera segura de acabar con la vida en el mundo

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