La tecnología ha llegado a increíbles grados de sofisticación, lo que se traduce en teléfonos inteligentes que incluyen numerosas funciones que se expanden y perfeccionan cada día, televisores que son más que eso y electrodomésticos automáticos que programan su propio desempeño, para liberarnos de las tareas mecánicas y repetitivas.
Esa modernización tecnológica ha sido utilizada con especial eficacia en aplicaciones que contribuyen a estructurar el orden urbano, manejando la dinámica del tránsito automotor con semáforos inteligentes o estableciendo herramientas de vigilancia que permiten garantizar la seguridad, como las cámaras de video en los puntos críticos.
Una de las ciudades de Colombia que están aprovechando con ahínco las nuevas tecnologías para lograr un adecuado orden urbano es Medellín, cuyo recorrido por el uso de la informática para resolver los problemas cotidianos de la ciudad es tan vanguardista que le ha valido el reconocimiento internacional como ciudad emprendedora.
Un ejemplo francamente envidiable de esto lo constituye el Circuito Cerrado de Televisión del Sistema Inteligente de Movilidad, conformado por cámaras situadas en diferentes puntos estratégicos de la ciudad, como las intersecciones de las principales vías, las glorietas donde el flujo de vehículos es intenso y el complejo y atiborrado Sistema Vial del Río.
Este circuito cerrado de cámaras facilita la circulación por las vías de Medellín, porque es accesible al público a través de las redes sociales, en las que la Secretaría de Movilidad publica permanentemente información sobre los sitios donde hay embotellamientos, los sitios despejados, y en general todo lo que los conductores deben saber para no tener inconvenientes.
Incluso pueden ver un mapa con los sitios donde están las Cámaras del Circuito Cerrado de Televisión, en el que se puede ver el estado de las vías en tiempo real haciendo clic sobre el icono de la cámara que se quiera. Basta ir a la dirección http://www.medellin.gov.co/transito/camaras.html.
Con estas herramientas, cualquier ciudadano puede reportar accidentes marcando al 123, para agilizar la llegada de los agentes de tránsito y servicio de ambulancias, en caso de ser necesario. También pueden avisar a la Policía si se dan cuenta de un delito o cualquier situación sospechosa que revelen las cámaras.
Es inevitable sentirnos frustrados porque en Cartagena apenas están tratando de poner a funcionar las cámaras instaladas hace varios años, con las cuales se iba a ayudar a combatir la inseguridad, con el testimonio en video de los múltiples crímenes cometidos delante de ellas.
Ya es hora de que Cartagena aproveche los adelantos tecnológicos, que cada vez están más a la mano, para resolver los múltiples problemas que tiene la ciudad en materia de movilidad y sobre todo, el más grande y crítico: la inseguridad. Menos mal que al Alcalde Vélez proyecta aumentar la cantidad de cámaras, pero solo pagando el servicio de las que funcionen.
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