Editorial


La temporada turística y las vías

Pero si no se discute esto, en la siguiente temporada estaremos hablando de lo mismo y quizá con un problema de congestión peor.

Ayer un ciudadano nos envió fotos de buses de turismo aparcados al anochecer sobre las zonas verdes aledañas a las murallas. El Universal averiguó ayer mismo que los agentes de tránsito multaron a los buses y los hicieron quitar de ese lugar, que el ciudadano reportero definió como uno de los recién sembrados de grama por la Escuela Taller de Cartagena de Indias (ETCAR).

No sabemos si los buses se pararon sobre la zona verde recién sembrada, pero de todos modos es un inconveniente que estos vehículos enormes entren siquiera a la ciudad y deberían ser atajados en los retenes y peajes de la Cordialidad, la Vía del Mar y de la Troncal de Occidente, antes de entrar al perímetro urbano.

Un ingeniero y constructor local de infraestructura urbana nos dijo que debería haber parqueaderos en las entradas de Cartagena para buses y carros con placas de fuera en las temporadas turísticas y alegó que nadie entra a Venecia ni a la ciudad de Nueva York en su auto particular. Tiene toda la razón, pero no hay aún estos sitios de parqueo en Cartagena, aunque todos los años para esta época hablamos de lo mismo. Quizá ya llegó el momento de pasar a la acción aprovechando que Transcaribe está arrancando y todos esos pasajeros deberían entrar al sector turístico por este medio.

¿Cuánta área se necesita en las entradas de Cartagena y qué infraestructura debe tener para este propósito? ¿Qué haría con ella un inversionista en temporada baja y cómo le compensaría el distrito las pérdidas? No se puede pretender que alguien deje su carro a sol y agua durante varios días, sino que se requieren unas instalaciones con techo y las cuentas pueden no dar sin ayuda oficial. Pero si no se discute esto, en la siguiente temporada estaremos hablando de lo mismo y quizá con un problema de congestión peor. O podría pasar lo contrario: que esta precariedad y desorden desestimule el turismo carretero, cuyo costo beneficio debería estudiar la ciudad de todos modos.

Y aunque se requiere planificar todo lo anterior de manera amplia e inteligente, con mente abierta, pragmatismo y criterio técnico, ¿dónde van a poner las autoridades las hordas de buses y de automóviles que se esperan esta temporada? No pueden desaparecerlos por arte de magia, pero sí deberían tratar de buscar una solución para esta temporada en terrenos del norte o de la Troncal de Occidente. La Universidad Tecnológica, por ejemplo (y seguramente otras entidades y propietarios) tiene áreas de parqueo inmensas adecuadas sobre el anillo vial entre Mamonal y la Troncal de Occidente, cerca a El Rodeo, que ayudarían a aliviar la situación.

No sabemos cuál es la solución, pero lo peor sería no hacer nada y dejar que la movilidad, ya precaria, termine de volverse más complicada y que en las vías prime aún más la ley de la selva, con sus actitudes agresivas y peligrosas.
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS