Todo el país está de acuerdo en que, más que un triunfo de Juan Manuel Santos el domingo en la segunda vuelta de la elección presidencial, hubo un respaldo mayoritario al proceso de paz, además de una gran actividad de la campaña del Presidente para sumar votos y adhesiones heterogéneas, por lo cual su primer compromiso es tratar de sacarlo adelante sin que el Estado claudique ante los armados ilegales, sin impunidad para los autores de crímenes de lesa humanidad y sin que se deje de reparar a las víctimas de manera proporcional al daño recibido, empezando con revelar la verdad sobre lo ocurrido en este largo conflicto.
Además de ese compromiso con la búsqueda de la paz, que es el compromiso también de todos los sectores de la sociedad colombiana, el reelegido presidente Santos ofreció muchos logros específicos durante su campaña en la salud, la educación, el empleo, la vivienda, entre otras, que valen la pena recordar y tener presentes al momento de pedirle cuentas, considerando además que la paz no es sólo el fin del conflicto sino una suma de beneficios para mejorar la calidad de vida de los colombianos en conjunto con la consolidación de algunos principios como la equidad, la justicia y la seguridad.
Empezó diciendo el Presidente que su propósito ha sido complementar la seguridad con la prosperidad, y por eso “estamos cambiando la cultura del miedo y la guerra hacia la cultura de la esperanza y de la paz”.. Pero también prometió luchar frontalmente contra la corrupción y la deshonestidad, cuando afirmó: “Hemos cambiado la cultura del todo vale a la cultura del juego limpio y la decencia”. Y ofreció un país amable, próspero y equitativo, al asegurar: “Se ha cambiado también la cultura de la exclusión y la división hacia la cultura de la inclusión y la prosperidad para todos”.
Esos propósitos básicos se comprometió a materializarlos mediante unas metas concretas que enumeramos a continuación: por la inseguridad, Santos prometió crear el Ministerio de Seguridad Ciudadana “para la prevención del delito y la persecución de los delincuentes”; instalar más cámaras de vigilancia en las ciudades; poner en servicio a 15 mil efectivos más de la Policía; y endurecer las penas por los delitos menores.
En infraestructura, se comprometió a invertir $47 billones en concesiones de cuarta generación, financiar los Sistemas de Transporte Masivo, y las vías secundarias y terciarias.
Igualmente, prometió construir 1,2 millones de casas gratis, proveer subsidios de 25 salarios mínimos para quienes tienen ingresos entre 1 y 2 salarios mínimos; un programa de arriendo social con opción de compra y mejorar el entorno de los barrios donde viven más de 250 mil familias; construir y mejorar 4.500 escuelas rurales, fortalecer el Sena, ampliar la cobertura del programa De Cero a Siempre a 2,4 millones y proveer formación tecnológica a 350 mil maestros, crear 2,5 millones de empleos y reducir la tasa de desocupación al 7,5%.
Hay muchas otras promesas, pero estas son las principales, y corresponde a la ciudadanía verificar que las cumpla.
Comentarios ()