La semana pasada Transcaribe, el Sistema de Transporte Masivo que llegó a Cartagena para movilizar a miles de personas que sufrían ante la falta de un transporte público eficiente, cumplió dos años de haber comenzando la operación comercial.
Transcaribe ha sufrido muchos tropiezos después de casi una década de retrasos e inconsistencias para su implementación. Sin embargo, arrancó, y aunque falta mucho por ajustar, ha sido una solución para los pasajeros, no solo por comodidad, sino también por seguridad frente a un desgastado servicio de Transporte Público Colectivo (TPC), con busetas destartaladas y conductores inconscientes que a diario libran la “guerra del centavo”, en perjuicio de sus usuarios.
La capacitación a los conductores ha sido esencial, pues muchos vienen del TPC. Esto además era parte del compromiso de los operadores. Hay conductores que sin terminar el bachillerato se les dio la oportunidad de terminar estudios mientras trabajaban y algunos han comenzado carreras universitarias.
De Transcaribe hay que rescatar que se disminuyeron los tiempos de recorrido. Trayectos que antes se recorrían en media hora, se hacen hasta en 19 minutos, como lo comprobó El Universal con cronómetro en mano.
También ha sido positivo para la calidad del aire al pasar de 1,500 vehículos del TPC, que emitían gases contaminantes, a buses del SITM, que son 100 % a gas natural, que tienen una contaminación sumamente baja y el gas tiene cero material particulado.
La cultura ciudadana es fundamental para que Transcaribe funcione. En Cartagena casi no se habla de colados, pero sí es lamentable que el carril exclusivo del sistema sea el preferido para cualquier tipo de protesta ciudadana, lo que atrasa la operación y perjudica a cientos de usuarios.
Muchas veces las estaciones se ven atestadas porque la gente quiere irse sentada y prefiere esperar a que aparezca un bus vacío.
Algunas de las quejas más constantes han sido por el horario, y aunque hoy Transcaribe opera de 5:30 am hasta las 11 de la noche, hay servicios como el microbús, que tenían un horario más extendido, que recogía a ciertos pasajeros que requerían salir muy temprano de sus casas. Este ha sido parcialmente el talón de Aquiles del sistema. Los buses represados en Pereira, que comenzaron a llegar, también pusieron a los usuarios con los pelos de punta.
Transcaribe tiene 204 buses en operación, 93 barrios conectados, 750 operadores y moviliza más de 100 mil personas por día. Faltan muchos sectores por cubrir y según el gerente, Humberto Ripoll, 11 nuevas rutas serán inauguradas este año, sumadas a las 3 que fueron abiertas en marzo. Ojalá así sea porque Cartagena lo requiere.
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