Editorial


¿Los últimos tiempos de Maduro?

El presidente Nicolás Maduro intentó por todos los medios a su alcance impedir la marcha que sus opositores organizaron en Caracas y en otras ciudades de Venezuela, para pedir al Consejo Nacional Electoral que este año le dé marcha al referendo revocatorio, y deje de apoyar las maniobras dilatorias que ha puesto en marcha el Gobierno para quedarse con el poder.

Venezuela entera respondió el pasado jueves a esta demostración cívica a las acusaciones gubernamentales, que querían convertir la toma de Caracas en un “golpe de Estado terrorista”. Miles de personas, la mayor parte de ellas vestidas de blanco, ocuparon las principales avenidas de la capital de ese país y terminaron en una plaza, desde donde confluyeron ríos humanos desde distintos puntos de la ciudad y de otras ciudades.

El Gobierno, en clara violación al derecho a ser informado veraz e imparcialmente, impidió la entrada a reconocidos periodistas internacionales, entre ellos a reporteros de NTN24 que iban a cubrir el acontecimiento y los amenazaron de manera directa, comprobando de nuevo su farsa de democracia. Y en la TV oficial solo salieron los eventos promovidos por el Gobierno y no las marchas de opositores.

Esas miles de personas no solo protestaron contra el Gobierno, pidiendo que se acelerara el revocatorio, sino contra la forma en que ese régimen destrozó la economía de la nación y creó desabastecimiento en todas partes.

Llegaron venezolanos de todos los rincones, hastiados de Maduro, pese a los obstáculos y la agresiva intimidación oficialista, verdaderos héroes de una jornada histórica que el país difícilmente olvidará. La realidad de la marcha superó todos los cálculos de los organizadores de unas 450 mil a 500 mil personas, pero algunos medios dicen que hubo más de un millón de asistentes.
La exitosa respuesta de la gente movió a los opositores a convocar a un cacerolazo nacional en la madrugada del viernes que también tuvo una masiva asistencia de quienes ya están hastiados del gobierno de Maduro.

Incluso, el Presidente tuvo que huir escondido hacia la isla Margarita porque muchos manifestantes iban a agredirlo. “Es la hora del pueblo, tiempo de recuperar la democracia”, dijo Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional. Mañana, la alianza de los movimientos políticos que integran la Mesa Democrática harán nuevamente un plantón frente al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Comercios cerrados y muchas ganas de cambiar un gobierno que ha sumido al país en la peor de sus crisis se volvió un asunto de toda la población, que desea el revocatorio ya. Será muy difícil para Maduro parar esta incontenible ola en su contra.
Los países vecinos como Colombia deben adoptar una posición firme contra los abusos de este dictador. La supervivencia democrática de toda la región está en juego.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS