Editorial


Minambiente, ¡cuánta hipocresía!

Minambiente emitió ayer un comunicado anunciando que refrendaba “el cumplimiento de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES)”, que incluye la protección de cuatro especies de tiburones migratorios y sus hábitats” y que fue suscrito en 2010.

El comunicado hasta tenía un toque tontarrón al decir que el acuerdo servirá para “conservar el estado de las poblaciones, que cada año llegan a las tibias aguas colombianas”.

Por las especies que se protegerán, el tiburón ballena y los mako entre ellas, se entiende que el memorando de entendimiento solo es para el Pacífico colombiano y se desentiende del Caribe colombiano.

Y la protección de las especies, sus rutas migratorias y hábitats se hará “de manera conjunta con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP)”, la misma entidad que no protege a los tiburones del Caribe colombiano. Y no solo no los protege, sino que coadyuva a que los masacren los palangreros que operan legalmente en aguas colombianas y tienen asoladas a las especies pelágicas de esta costa.

El pretexto para seguir otorgando licencias a los pescadores con palangres, las artes de pesca más depredadoras que se conocen, que acaban con peces juveniles de todas las especies y hasta con las tortugas, es que hay que hacer un estudio de las capturas de estos barcos, un pretexto para extenderles las licencias por más tiempo, prueba de su influencia inagotable entre quienes dan las licencias.

Lo correcto era suspender todas las licencias antes para luego hacer el estudio, que en realidad es innecesario, porque el resto del mundo sabe del daño de los palangres y ya la mayoría de los países civilizados los prohibe.

Minambiente y la AUNAP parecen ser muy selectivos, porque mientras los tiburones del Caribe están a merced de la depredación con su anuencia, los del Pacífico, por estar “en  la cima de la cadena alimenticia en el mar, juegan un papel fundamental en la salud de los océanos”. Como si los del Caribe no estuvieran en la misma cima.

Y sigue el comunicado: “ ‘Sin embargo estos legendarios organismos se encuentran seriamente amenazados y solo con este tipo de iniciativas lograremos unir los esfuerzos de los países para proteger estas especies, que no solo pertenecen a Colombia sino a toda la humanidad’, recalcó la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luz Helena Sarmiento, al momento de firmar el Memorando”.

¡Cuánta hipocresía la de Minambiente! Nuevamente, los tiburones de la humanidad son los del Pacífico, y los del Caribe colombiano parecen ser de la inhumanidad que los pesca inmisericordemente con permiso del mismo ministerio que se llena la boca diciendo que protege los del otro océano.

Como los organismos de control nacionales no hacen nada, quizá será necesario denunciar a Minambiente ante los 27 países que firmaron el memorando de entendimiento por lo que ocurre en el Caribe a ver si Colombia se pellizca. La ministra practica el mayor cinismo, o no sabe lo que hacen sus subalternos.

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