Editorial


Ordenar el agro

El agro de Bolívar tiene un potencial enorme, dado el buen talante de sus campesinos y la calidad de la tierra. Sin embargo, a pesar de algunos avances puntuales, es notable el atraso de esta tierra en el contexto económico del Departamento, y sin una mejoría económica tampoco la puede haber social, que tanto se necesita.

Bolívar tiene un potencial agropecuario inmenso, pero requiere planificación y mucha acción. Hasta ahora han primado las buenas intenciones y la retórica, quizá por la complejidad del problema y el talante urbano de los dirigentes. Para muchos citadinos, el campo representa todo lo anacrónico, pero poca gente, a pesar de ser una verdad obvia y elemental, cae en cuenta que es el campo el que alimenta las ciudades.

Bolívar necesita saber rápidamente qué se puede sembrar dónde, dos preguntas elementales, pero importantes porque de su respuesta depende el éxito de su agro. Y por supuesto, además de los productos básicos para la seguridad alimentaria, se debe producir lo que los mercados pidan para que los campesinos tengan excedentes y ahorren.

El aguacate de cepa antillana, uno de los antiguos productos estrella de Montes de María, además de padecer una enfermedad mortal (el hongo Phyitophtora), pierde mercado a diario porque el que piden los compradores es el Hass, y este gana terreno con los consumidores del país y del exterior, donde su demanda es enorme. Otro producto estrella montemariano fue el tabaco, hoy combatido con razón en todos los países por su daño a la salud. Esto lo hace inviable y se le debe buscar un reemplazo, quizá el cacao, que tiene gran mercado. Y luego está el ñame, que en cosecha vale poco.

La ganadería es otro renglón importante, ya que la leche le da flujo de caja al campesino mientras sus cultivos son cosechados, y esta es otra actividad importante que debe ser mejorada.

Ya cualquiera repite que “hay que tecnificar el campo”, y suena bien, pero la verdadera tecnificación es el riego todo el año, sin el cual no se pueden sacar cuentas ni manejar el campo con criterio empresarial, y además, no se puede tener buena producción.

¿Qué hacer para ponerle orden a la producción agropecuaria de Bolívar y establecer políticas productivas funcionales y benéficas para sus campesinos y para todo el Departamento?

El gobernador Turbay acaba de nombrar como secretario de Agricultura de Bolívar a Danilo Contreras, quien sabe todo lo anterior y recoge toda la información posible y se vale de todos los programas nacionales para el agro que podrían mejorar nuestra producción y productividad, para al menos trazar un camino en el año y medio que le queda a este gobierno. Contreras necesita toda la colaboración del sector privado y del público para echar a andar el agro en Bolívar y llegar a un buen balance entre los cultivos industriales y los de la canasta familiar, por lo que todos los bolivarenses deberían estar pensando en cómo ayudar desde donde estén.

 

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