Editorial


Pico y placa: lo bueno y lo malo

EL UNIVERSAL

31 de agosto de 2016 12:00 AM

La práctica del pico y placa se implementa en el mundo cuando comienza a haber más automóviles que vías para que estos rueden. En Colombia, la Bogotá de la primera administración de Enrique Peñalosa fue la primera ciudad en utilizar la medida.

El pico y placa tiene objetivos prácticos y filosóficos. Los prácticos e inmediatos son descongestionar las vías mediante una rotación racional de los carros que ruedan por una ciudad.

Uno de los principales objetivos filosóficos del pico y placa es promover la equidad. No es equitativo que el Estado, que es de todos, haga vías para que las ocupen automóviles privados, usualmente con una sola persona a bordo, congestionando la movilidad y dañando la calidad de vida de todos los habitantes.

Para que este objetivo filosófico se cumpla, sin embargo, tiene que haber un sistema de transporte masivo de calidad que estimule a los dueños de autos privados a dejarlos en casa y usar el transporte público, descongestionándose así las vías de manera voluntaria al existir una alternativa cómoda y rápida que compita favorablemente con el auto privado.  Ya Cartagena tiene funcionando a Transcaribe y apenas esté implementado en toda la ciudad y expandido a extramuros, contribuirá mucho a lograr ambos objetivos de eficiencia y equidad.

Cartagena tiene una historia variada en sus aplicaciones de la medida de pico y placa, comenzando con las que incluían a toda la ciudad, luego las de la época de la alcaldesa Pinedo, donde se incluyeron las vías arterias pero se excluyeron los barrios, luego volvimos al sistema general del principio, y ahora retornamos al sistema de arterias, excluyendo barrios, pero incluyendo sábados, que ha sido la parte más criticada de esta medida a punto de estrenarse en tiempos de Manolo Duque.

No se puede negar que el tráfico del sábado es el más caótico de la semana, precisamente porque no hay pico y placa, así que las congestiones se suelen armar sólidas y desde temprano. De esto no hay ninguna duda, e incluyen autos particulares, busetas, motos y taxis, todos con participación numerosa en el trancón sabatino casi inevitable.

Pero también es cierto que el sábado comienza el fin de semana de muchísimas personas, algunos desde por la mañana y el de la mayoría a las 12 del día, y que el sábado es usado para las actividades de la casa y de la familia que no se hicieron durante la semana, y con frecuencia es el día de salir la familia junta en plan de comercio, cine o cualquier otra ocupación.

Es entonces un golpe duro para la mayoría de estas personas tener que observar el pico y placa el sábado, y también  es un castigo para el comercio, que recibe muchas visitas ese día que estuvieron represadas durante la semana porque uno o ambos de los cabezas de hogar trabajan  esos días. No es una decisión fácil para la administración de Duque y para el Datt, pero al menos ambos dijeron que ninguna medida está escrita en piedra.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS