Editorial


Políticas efectivas contra delincuentes

EL UNIVERSAL

27 de febrero de 2018 12:00 AM

La historia se repite una y otra vez. Delincuentes procesados y con brazaletes de vigilancia del Inpec a cuestas son sorprendidos en las calles infringiendo la ley.

Muchos otros, con una lista nutrida de antecedentes por distintos actos punibles, también han sido capturados mientras están libres, haciendo de las suyas. Las comunidades se quejan y muchas veces han tomado la justicia por mano propia, pues en repetidas ocasiones estos delincuentes reincidentes son capturados y más temprano que tarde vuelven a las calles. Pero no es extraña la situación, pues, como reconocen muchos jueces, nuestro sistema procesal penal está diseñado para que la libertad de las personas sea restringida lo menos posible. A los jueces les exigen argumentar por qué es necesario enviar a la cárcel a alguien para asegurar su comparecencia en el proceso, en vez de poder apresar a los infractores.

Ello teniendo en cuenta que la situación de las cárceles en el país es grave: hay hacinamiento en estos centros de reclusión y no dan para más. Por ejemplo, en diciembre del año pasado, miembros del Inpec denunciaban que la Cárcel de Ternera, en Cartagena, albergaba unos 2.200 reclusos, cuando tiene una capacidad de 1.200.

Además, el año pasado entró en vigencia la ley de la racionalización de detención preventiva. Mediante esta, las personas que han permanecido presas durante 24 meses y que en ese lapso aún no hayan sido juzgadas, pueden pedir la libertad, sean culpables o no. Esta es una situación de cuidado, pues los procesos penales en nuestro país se demoran por uno u otro motivo.

En Cartagena, por ejemplo, según indica una fuente de la Rama Judicial, a un juez le programan hasta 10 o más audiencias al día. De esas diligencias programadas, solo se terminan realizando una o dos. Motivos: en algunas ocasiones los abogados de los procesados presentan excusas para dilatar el proceso, o en otras, el Inpec no traslada a los reos a las salas.

Llama la atención también la lista que hace poco publicó la Fiscalía, de los delincuentes reincidentes más buscados en todo el país, especificando los más buscados de cada ciudad. Es cuando muchos se preguntan entonces cómo un delincuente con tantos líos con la justicia está libre. ¿Por qué en otras ocasiones es capturado y queda en libertad, aun teniendo una conducta punible reiterativa?

Hay que exigir más a las autoridades y a los legisladores. Hay que buscar cómo frenar a los delincuentes reincidentes, y cómo encontrar el camino idóneo para proteger a quienes trabajan honradamente y además pagan impuestos.

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