Ha sido un caso tras otro. En la Fiscalía en Bolívar son tantas las denuncias por agresiones sexuales contra mujeres y menores, que los dirigentes de la institución, desde Bogotá, “se pellizcaron” y enviaron a Cartagena una comisión de nueve funcionarios, entre fiscales e investigadores, para acelerar y esclarecer al menos 200 de estos casos denunciados formalmente.
Los ataques sexuales contra mujeres preocupan y en la edición del lunes publicamos una nota sobre cinco casos en los que transportadores en vehículos que prestan servicio público, agredieron física y sexualmente a sus pasajeras. Doblegaron sus voluntades y violaron algo más que su cuerpo: sus derechos.
En varios de los casos las autoridades publicaron los retratos hablados de los agresores, e indicaron que había pistas importantes para identificarlos y capturarlos, como en el caso de la española violada por un mototaxista en Pasacaballos y la venezolana que habría sido abusada sexualmente por un taxista cerca del mercado de Bazurto. Pese a ello, hasta ahora los responsables de esos casos no aparecen.
¿Fallan los procesos investigativos para atrapar a estos depredadores sexuales? ¿Somos nosotros como comunidad quienes fallamos al no tener mayor compromiso para denunciar y ayudar a resolver y evitar que casos como estos sigan ocurriendo? Es cierto que el compromiso no es solo de las autoridades, pero tampoco es un secreto que se esperan más y mejores resultados.
En cuanto a las agresiones por taxistas, Félix Barrios, integrante de ese sindicato, indicó que eran más los conductores buenos que los malos. Afirmó que los conductores comprometidos en estos actos ilícitos son hombres que hacen el oficio de manera ocasional y no para sostener a sus familias.
Pero también señaló algo que debería ser constante: las campañas con taxistas contra la trata de personas, explotación sexual infantil, abuso sexual, prostitución y drogas.
Barrios dice que desde el 2016 los taxistas no son beneficiados con charlas y campañas para que sepan cómo prevenir estas problemáticas. Además, pidió a las autoridades implementar un sistema informático que permita tener detalles de cada uno de los que manejan los taxis.
Sistemas como estos y otras medidas para hacer más seguro el transporte público para las mujeres, y para todos los cartageneros, son imperiosos. Y tanto autoridades como empresarios y comunidad debemos trabajar de la mano en pro del respeto y la dignidad de las mujeres. Hay que buscar medidas preventivas y de control efectivas, para evitar que sigan las agresiones sexuales.
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