Ayer arribaron a Cartagena ocho veleros y siete buques de guerra como asistentes a la tercera versión (2006, 2010, 2014) del Sail Cartagena de Indias.
Según la Armada, “Son más de 1600 marinos los que arribarán ...al puerto de Cartagena a bordo de buques escuela y de guerra de las marinas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Holanda, Honduras, Inglaterra, México, Perú, República Dominicana y Venezuela. Para recibirlos, la Armada Nacional dispuso de más de 1300 tripulantes de la Fuerza Naval del Caribe como encargados de cubrir todos los aspectos relacionados con esta operación internacional, así como de organizar en coordinación con diferentes entidades de la ciudad y garantizar el éxito de los eventos que llevarán a cabo en los cinco días de puerto en Cartagena”.
El Sail 2014, cuyo anfitrión es el Gloria, terminará el lunes 19 de mayo, cuando zarparán los barcos para La Guaira (Venezuela); Santo Domingo (República Dominicana); Veracruz (México); y Tampa y Key West (Estados Unidos).
El Vicealmirante Leonardo Santamaría Gaitán, Comandante de la Fuerza Naval del Caribe y Director Operativo del Sail Cartagena de Indias 2014, dijo que el evento es “un esfuerzo para fortalecer los vínculos de amistad y cooperación internacional con los países hermanos y naciones con las que compartimos intereses comunes como el combate a las diferentes amenazas internaciones”.
La tradición de marinería de Cartagena de Indias se inició desde que su bahía fue descubierta en 1501 por Rodrigo de Bastidas, nueve años después de la primera llegada de Colón, pero solo fue fundada en 1533 por don Pedro de Heredia sobre el asentamiento indígena conocido como Calamarí.
La bahía era la mejor de América para hacer un puerto, pero no cumplía con la norma de tener un río y estar en un alto, y fue fundada a pesar de estas carencias por la excelencia de su puerto.
El Sail Cartagena 2014 enfatiza este espíritu marinero de la ciudad y refuerza la vocación portuaria no solo para grandes embarcaciones comerciales, sino para naves deportivas de colombianos y de extranjeros, que nos visitan cada día más, aunque no tenemos marinas adecuadas para albergarlas.
A pesar del ADN de marinería y marinero de Cartagena, hay un sector de las autoridades, sobre todo nacionales, que sufren de “marinofobia” y tratan de prohibir estas instalaciones en la bahía con razones baladíes, en contravía de lo que sucede en los demás países en los que generan muchísimos empleos y demandas de servicios, y a contrapelo de las tradiciones de la ciudad.
Ojalá que el Sail Cartagena 2014 permita que muchos de los burócratas culturales que nos dictan su voluntad desde las alturas de Bogotá recorran la bahía de Cartagena y sus cuerpos de agua para que conozcan de primera mano estas riquezas marineras y así puedan enmendar sus prejuicios infundados.
Felicitamos a la Armada de Colombia por organizar esta nueva versión del Sail, que estamos seguros será un éxito rotundo.
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