Editorial


Tierrabomba tiene razón

EL UNIVERSAL

23 de febrero de 2018 12:05 AM

Algunos pescadores, especialmente de Tierrabomba, protestaron ayer en Cartagena, estos últimos porque sus obras de protección costera están inconclusas, mientras el mar sigue erosionando la orilla y destruyendo propiedades valiosas e importantes para los ciudadanos de esa isla, incluyendo casas particulares y áreas comunes como el cementerio, por ejemplo. Según un líder de esa isla, llevan 13 años tras la protección costera, sin que el Distrito la construya, y se han perdido más de 150 casas por la erosión de la orilla causada por el oleaje. Dijo además que en represalia por su abandono, no votarán en las próximas presidenciales.

Otros pescadores fueron a apoyar a los de Tierrabomba y a ventilar algunas quejas propias desde Puntarena, incluyendo la concesión solicitada para el muelle de La Bodeguita, el mal estado de los colegios y la falta de agua potable. Asistió gente de Caño del Loro, Bocachica y los barrios El Zapatero y La Cuchilla, de Cartagena. Las protestas causaron trancones monumentales a la entrada de Bocagrande y en el área del Centro Histórico.

No estamos de acuerdo con que nadie bloquee las vías para manifestar su inconformidad por cualquier motivo y lo hemos expresado repetidamente en este espacio cada vez que las marchas de distinta índole interrumpen el tráfico, especialmente el de Transcaribe, e incomodan a la gente, y tampoco lo estamos ahora. Hacer trancones no ayuda a su causa ni le gana adeptos, sino que la perjudica y le gana antipatías, como pasa en otras situaciones similares cuando las protestas le causan perjuicios a toda la población, que nada tiene que ver con la problemática y que podría ser solidaria con los protestantes si no terminaran afectándola seria e injustamente también.

Esta manifestación, según Transcaribe, afectó a 12 mil usuarios, ya que quedaron ‘atrancados’ 18 buses hasta la una de la tarde, cuando las autoridades disolvieron la manifestación.

Dicho todo lo anterior, los ‘tierrabomberos’ tienen toda la razón en estar muy disgustados, ya que la isla necesita con gran urgencia esa protección costera con cuya construcción se les viene tomando el pelo mientras el mar sigue haciendo daño en varias partes de las orillas de esa isla.

Llama la atención que no se quejaran los protestantes por la construcción de estructuras enormes y sin permiso en la isla, que podrían afectar el patrimonio histórico, y por lo mismo, el flujo de turistas a Bocachica. Ojalá que el Distrito atienda la protección costera de Tierrabomba con diligencia.

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