Editorial


Transcaribe, vándalos, y paro de buses

Ayer hubo junta directiva de Transcaribe en Bogotá presidida por la ministra de Transporte, Natalia Abello, quien le dijo a El Universal anoche que el gobierno apoyaba la etapa pedagógica (...)

Transcaribe lleva al menos 10 años dando tumbos y era percibido como un cadáver antes de llegar Dionisio Vélez T. a la alcaldía de Cartagena. No había ni hay aún cómo suponer que haciendo más de lo mismo que se hizo antes, podría haber un cambio en este sistema de transporte masivo, sin pretender que ahora todo es perfecto y antes todo fue malo, porque ese no es el caso, pero ahora sí hay una dinámica notable.

Cuando aparecieron los primeros operadores de buses de Transcaribe en la ciudad hace algunos meses y los entrevistamos en El Universal, y estos anunciaron que buscaban conductores, supimos al día siguiente que había alguna molestia entre parte del personal de la entidad porque colapsó su sistema telefónico para recibir llamadas y muchos funcionarios se vieron obligados a salir de su letargo habitual.

Ni siquiera ellos creían que Transcaribe arrancaría y por supuesto que en la ciudad creíamos mucho menos que sería posible, precisamente hasta que la empresa comenzó a aterrizar por las fuerzas externas de los operadores del sistema, puestas en marcha por la alcaldía.

Andar por las calles de Cartagena en un día normal, en casi cualquier barrio y a cualquier hora, es ver algo similar: buses desocupados, uno tras otro, entorpeciendo el tráfico, haciendo barrabasadas en las vías y maltratando a sus usuarios de varias maneras.

Quizá nadie en la ciudad duda entonces del valor de Transcaribe como transporte digno -¡al fin!-, especialmente ahora cuando la gente comienza a conocer los buses en la etapa pedagógica y a comprender que estarán andando en ellos pronto y que podrán dejar atrás la pesadilla de las busetas.

La gran discusión ahora, sin embargo, es si la etapa pedagógica debe seguir o se debe suspender por los trancones que ocasiona. Mucha gente opina que su lanzamiento fue precipitado y que se debería detener. Otras personas creen lo contrario: que ya que se comenzó, no se debe detener por ningún motivo.

Ayer hubo junta directiva de Transcaribe en Bogotá presidida por la ministra de Transporte, Natalia Abello, quien le dijo a El Universal anoche que el gobierno apoyaba la etapa pedagógica y también que hubo compromisos para hacerla menos tortuosa. Dijo que el 20 se ampliará la troncal, que se cerrará el año con 57 buses de Transcaribe operando, que saldrán 85 viejos, y que en febrero se tendría el 20% de la demanda. Además, informó que hay 37 mil millones para chatarrizar en los primeros meses del año. A la junta asistió el alcalde electo, Manolo Duque, quien apoya la etapa pedagógica, pero contando con que el gobierno nacional cumpla sus compromisos.

Nada justifica el vandalismo contra las estaciones de Transcaribe y esperamos que sus autores sean capturados y judicializados. Mientras tanto, y ante los compromisos del gobierno nacional, toda la ciudadanía debería apoyar a Transcaribe, que al fin arrancó.
 

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