Editorial


Túnel, información y desinformación

El Concejo de Cartagena le pidió al Consorcio Vía al Mar que cambiara el diseño de los accesos al puente que conecta la avenida Santander con el Túnel de Crespo porque los terraplenes quitan la vista desde la vía. El Concejo tiene toda la razón en que hubiera sido mucho mejor, para ver el paisaje, unos viaductos a lado y lado del puente en vez del terraplén. Este parece un paredón y no es visualmente amable.

Ojalá se logre cambiar, pero es difícil. En primer lugar, el Consorcio asegura tener todos los papeles y permisos en regla, o no lo hubieran dejado dar un paso las autoridades locales y nacionales, incluida la DIMAR, y se expondría a multas multimillonarias; aunque el Consorcio debió divulgar con mucho más entusiasmo los detalles del proyecto, asegura que lo hizo  hasta donde le correspondía por ley y dice tener las constancias para mostrárselas a quien las requiera; cambiar los diseños representaría un mayor costo y un nuevo atraso en el cronograma, ya atrasado por los cables de comunicaciones que entran a Cartagena por esa orilla, y difícilmente podría asumir ese extracosto un consorcio que tiene su tiempo limitado y que le entregará su concesión a otra compañía en pocos años.

¿Asumirá el Distrito o la Nación el sobrecosto?

Por otro lado, la pérdida del paisaje del mar desde la avenida Santander no solo la ocasionan los terraplenes de acceso al puente, sino el malecón marginal a todo lo largo del proyecto, necesariamente más alto para proteger la nueva vía y la propia playa contra los embates de un mar cada vez más dañino por su creciente nivel medio.

Es un contrasentido pensar que se puede recuperar el paisaje que había antes de las obras de Crespo y a la vez proteger la orilla y la nueva vía de la furia del mar.

Llevar una nueva doble calzada hasta El Laguito implicará la misma altura de la vía que se construya y muchos más espolones para proteger la obra y crear playa, así que el único remedio para no perder la vista del paisaje será subir también la avenida Santander, cosa necesaria porque ya se inunda en algunos tramos desde antes de que apareciera el Consorcio Vía al Mar en la zona.

Dudamos de que el Consorcio sea tan temerario como para impedirle el paso a las playas a los habitantes de 26 barrios, como han dicho algunas personas, ya que sería ilegal y no podría intentarlo esta compañía ni cualquier otra entidad o persona natural; y el proyecto incluye un puente peatonal pasando encima de la doble calzada hasta la playa, además de poder llegar a ella a través del parque lineal que queda encima del túnel, usando cualquiera de las calles de Crespo que dan contra este.

Y por último, creer que el edificio “de lujo” construido cerca del túnel le impedirá el acceso libre a la playa a los habitantes de los barrios aledaños es una tontería porque el hotel Los Corales es de Comfenalco y está hecho para los obreros de las empresas afiliadas y sus familias, por lo que difícilmente podría ser “elitista”.

El Consorcio debería divulgar permanente el proyecto para que todos sepan de qué se trata, o seguirán los temores. ¿Los concejales lo conocen?

Aún hay tiempo.

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