Columna


Las multitudes y los paros

DARÍO MORÓN DÍAZ

19 de febrero de 2011 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

19 de febrero de 2011 12:00 AM

En Egipto las multitudes contrarias al dictador Hosni Mubarak protestaron y ocasionaron la caída de un régimen de más de treinta años en el poder, de igual forma los levantamientos en Bahréin, Yemen, Libia e Irán muestran cuán contagioso es el fenómeno de las muchedumbres y su influencia en la era de la globalización, catapultadas por las comunicaciones, el internet y otros medios, que son determinantes en los cambios colectivos en cualquier lugar del mundo.
Gustavo Le Bon (1), en el decenio de los sesenta, describió en su obra, "La psicología de las multitudes," acertadamente cómo la versión inconsciente de las muchedumbres sustituye la actividad consciente del individuo. Lo cual no es menos cierto si la multitud está integrada por personas de diferentes estratos culturales. De tal manera que Le Bon alcanzó a diagnosticar con precisión el comportamientos de las masas inclusive antes de la globalización. Ahora con más frecuencia en las distintas latitudes se presentan esas revueltas colectivas en las cuales las muchedumbres hacen prevalecer su poder cuantitativo generando modificaciones en las estructuras sociales y económicas.
En Argentina, en marzo del 2010, los transportadores de las oleaginosas: sorgo y trigo, se negaron a llevar ese producto de exportación a los puertos de embarque. Los camioneros de allá exigían a los dueños y al gobierno argentino mejores tarifas debido al  buen precio que, en el mercado externo, tenían los mismos. Esa nación ocupa el tercer puesto en  la exportación de soja y trigo de tal manera que se entiende que el paro de transportadores ocasionaba un gran descalabro a la economía Argentina. La mandataria, Cristina Kirchner, sorteó ese escollo hábilmente y la nación regresó a la normalidad.
Colombia acaba de pasar por una intentona de ese tipo con el "paro de los camioneros", sin embargo, la diferencia radica en que se trata de un gremio de trabajadores con poca raigambre en otros sectores de la sociedad. También debemos tener en cuenta que inciden múltiples factores sociales y aun delincuenciales en el país: narcotráfico, lavado de activos, paramilitarismo, subversión, y delincuencia común, motivo por el cual no puede decirse que acá se haya producido un fenómeno de multitudes como el de los casos antes mencionados. Los camiones inhabilitaron durante dos semanas la libre circulación en las calles de Bogotá y en algunas carreteras de Colombia.
Ese  hecho no es comparable con los ocurridos en Oriente medio, ni en la Argentina, además el paro de los camioneros y transportadores se relacionaba con las tarifas de los fletes sobre la carga trasportada. Las autoridades informaron sobre la repercusión económica del paro en materia de suministro de elementos básicos para la alimentación y muy poca incidencia sobre las exportaciones. Por esa elemental diferencia la repercusión de la escasez de productos básicos tenía más influencia en la economía de los hogares.
Queda mucho por analizar de esta simbiosis entre la psicología colectiva, la globalización y los medios, en la estructura, conformación y permanencia de los gobiernos y el futuro de la Democracia.
(1) Gustavo Le Bon-"Psicología de las multitudes".

*Médico Cardiólogo. Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.

MOROND@telecom.com.co
 

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