Opiniones en contra y a favor de la forma como se viene prestando el servicio de coches turísticos en la ciudad se escucharon ayer en el Concejo Distrital, durante el debate citado por el concejal Germán Zapata, a raíz de los últimos casos de maltrato animal de los que han sido víctimas varios caballos que se usan en la prestación de este oficio.
El concejal citante del debate, reiteró que lo que se busca no es atacar a quienes conducen los coches, sino una solución al problema de maltrato animal que han denunciado en repetidas ocasiones.
“Este fue un debate pensando en la imagen positiva de la ciudad que debe generarse a través de este servicio, no es nada en contra de los cocheros, pero sí en contra del maltrato y crueldad animal, basado en la Ley 84 de 1989”, dijo.
Sobre las acusaciones de supuesto “interés” detrás de este debate, Zapata dijo que “el único interés es la protección del animal, pensando en que la cultura de un pueblo se mide por el trato hacia sus animales”.
Durante su intervención, Javier Martínez, presidente de la Asociación de Cocheros de Cartagena, dijo que se sienten atropellados y que el servicio de coches no es una pretensión sino una tradición en la Cartagena histórica.
“Cuando la Unesco declaró a Cartagena Patrimonio de la Humanidad, los coches hicieron parte de esa declaratoria. No entiendo por qué ahora pretenden erradicarnos del escenario de la ciudad”, dijo.
Sobre el maltrato a los caballos que han denunciado varias organizaciones protectoras de animales, Martínez dijo que “el estado en que se encuentran los caballos ya ha sido corroborado por la Umata, que hace visitas constantes para ver su estado”.
Lo expresado por el presidente de la Asociación de Cocheros fue corroborado por Luis Magín, director de la Umata, quien dijo que desde esa dependencia “se va a hacer una nueva visita este jueves y vamos a hacerle exámenes de sangre a los caballos para conocer su estado actual”.
“NO ESTAMOS EN CONTRA DE LOS COCHES TURÍSTICOS”
Marta Elena Bonilla Martínez, directora de la Fundación Ángeles con Patas, que se ha dedicado a la protección de animales en la ciudad, dijo que su posición siempre ha sido de protección de los animales y que no están en contra del servicio de coches turísticos.
“Lo que hemos denunciado siempre es el estado en que se encuentran los caballos, la poca atención a su estado de salud, entre otros aspectos. No estamos en contra de la actividad turística, pero sí pedimos que se regule este servicio pensando primero en el animal, sin desconocer a todas las personas que durante años se han mantenido con este oficio”, expresó.
Carmen Abril de Soto, otra activista que participó en el debate, dijo que “debe haber un equilibrio entre el derecho de los cocheros y las condiciones de los caballos que están siendo explotados. Los cocheros deben recibir más capacitación para el trato a los caballos que son su medio de trabajo, esto para que se eviten los maltratos a los animales”.
LA MESA DE TRABAJO PERMANENTE
Con el apoyo de todas las bancadas del Concejo se presentó la proposición de una mesa de trabajo permanente para que se logre concertar un acuerdo por parte de la Administración Distrital que sea presentado a la Corporación y que se cree una política pública integral al rededor del oficio de los cocheros.
“La proposición está encaminada a que el Distrito regule el servicio de coches en la ciudad. En esta mesa de trabajo deben participar: la Umata, EPA, Datt, la Personería Distrital, la Corporación de Turismo, en Alcalde Local 1, el Dadis, la academia, propietarios de coches, cocheros y las sociedades protectoras de animales”, dijo Duvinia Torres, del Partido de La U.
Por su parte, David Dáger, del Partido Liberal, señaló que “no se puede contemplar la eliminación de un servicio como el de coches que hace parte del patrimonio. Este es un servicio que tiene que ser regulado, los caballos deben tener un entorno apto para que puedan estar bien y que cumplan con unas horas específicas de trabajo. Se pueden ubicar en una finca, de la cual sean trasladados a su lugar de trabajo y en la noche regresen allá”.
Antonio Quinto Guerra, del Partido Conservador, dijo que si bien el Distrito debe asumir responsabilidades, los cocheros deben aportar algo. “El Distrito debe cumplir con lo que le compete que es las construcción de unas pesebreras y profesionales en la materia, pero debe haber responsabilidad de los cocheros de mantener los animales y sustituirlos cuando sea pertinente”, dijo.
UMATA DE ACUERDO CON MESA DE TRABAJO
Luis Magín, director de la Umata, celebró la propuesta del Concejo, pero advirtió que la Administración debe estudiar las propuestas hechas en el sentido de construir unas pesebreras.
“Me parece pertinente que se pueda entablar una mesa de concertación, pero habría que estudiar muy bien el impacto ambiental de la ubicación de las pesebreras en el sector de Chambacú, porque podría afectar a los mangles, porque son 120 caballos y a dónde van a ir los excrementos de estos animales y los desechos. Entonces, eso habría que estudiarlo con detenimiento”, explicó.
CONGRESISTA PARTICIPÓ EN DEBATE
Al debate asistió el representante a la Cámara por Bolívar, Hernando Padauí, quien hace parte de la bancada de Cambio Radical y ha liderado la ponencia de una ley que busca imponer penas para quienes incurran en maltrato animal.
“Hemos hecho un llamado al alcalde Dionisio Vélez porque es vergonzoso que en Cartagena se presenten espectáculos como los que se han visto en estos días, en los que algunos cocheros maltratan a los caballos. Yo he visto cocheros a las 3 de la madrugada con los animales en la calle. Eso no es adecuado”, dijo Padauí, quien participó en la plenaria del Concejo.
El Representante bolivarense criticó la manera como la actual administración ha tomado esta discusión. “Hablé con Carlos Coronado, secretario General del Distrito, y me preguntó que si yo no conocía la ciudad, que ese era un problema de hace más de veinte años y no de esta administración. Esa no es la respuesta. Mientras la administración siga siendo arrogante no se va avanzar en la ciudad en los temas de protección animal”.
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