La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a 27 años de cárcel que había sido impuesta por un Juez de la República contra el exalcalde de Cúcuta (Norte de Santander) Ramiro Suárez Corzo.
Al negar el recurso de casación, el Tribunal confirmó lo planteado por la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía, que lo señala como el determinador del homicidio del asesor jurídico de la alcaldía Enrique Flórez Ramírez, el 6 de octubre de 2003.
Según las investigaciones del ente acusador, la muerte habría sido causada por grupos paramilitares de la región. Precisamente las personas que participaron en el homicidio sirvieron como testigos contra Suárez.
En la misma sentencia, el exalcalde Suárez Corso fue condenado a la inhabilidad para ejercer cargos públicos durante un lapso de 20 años.
LOS FANTASMAS DEL EXALCALDE
Algunas versiones de los exparamilitares cobijados en el proceso de Justicia y Paz habrían sido claves para que el Tribunal Superior de Bogotá decidiera dejar en firme la condena de 27 años contra el exalcalde Ramiro Suárez Corzo.
En 2009, el juzgado que lo absolvió tuvo en cuenta que los autores materiales del crimen de Alfredo Enrique Flórez, ya condenados, nunca mencionaron en su primera versión al dirigente.
Este despacho advirtió en ese entonces que aunque en una segunda versión estos sí aseguraron que el crimen se produjo como un favor que los paramilitares le habrían hecho a Suárez Corzo, porque el exasesor se había convertido en una “piedra en el zapato” para llegar a la Alcaldía, el juez demostró que los autores del asesinato mintieron.
Así mismo, justificó que habían pruebas suficientes para demostrar que fue la esposa de la víctima, la exdirectora de Fiscalías Ana María de Flórez, conocida con el alias de ‘Batichica’, la que planeó el crimen. De ahí que el juez octavo penal especializado resolviera dejarlo libre de cualquier responsabilidad.
Sin embargo, un fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario apeló la absolución y tras dos años y cuatro meses de una aparente calma en el caso Suárez Corzo, este viernes vino la confirmación de la condena.
UN LARGO CALVARIO
El largo y tortuoso camino que Ramiro Suárez Corzo ha tenido que afrontar ante la justicia comenzó en junio de 2004, apenas seis meses después de haberse posesionado como alcalde de los cucuteños con 127.261 votos y una popularidad que aún mantiene.
A las 5:00 de la mañana de ese 24 de junio, una comisión de la Fiscalía General de la Nación llegó a la casa del exgobernante para hacer efectiva una orden de detención en su contra.
La razón fueron que meses antes, dos presuntos miembros de las AUC que decidieron colaborar con las autoridades, declararon que el asesinato del exasesor jurídico de la Alcaldía Alfredo Enrique Flórez, se ejecutó como un favor que los comandantes paramilitares quisieron hacerle a Suárez Corzo. Tiempo después, estas mismas personas se retractaron de sus afirmaciones.
Tras dos meses de permanecer recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, Ramiro Suárez Corzo fue trasladado por el Inpec a Cúcuta, acatando un fallo de tutela. El exalcalde fue recluido en la cárcel del Chofer, de donde salió libre siete meses después (el 4 de marzo de 2005).
Posteriormente, un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá revocó la resolución de acusación tras considerar que existieron dudas razonables sobre las presuntas sindicaciones de colaboración con grupos paramilitares, retractación de testigos y falta de elementos nuevos para fundamentar los cargos.
Sin embargo, luego de permanecer dos años en libertad y cuando todo parecía retornar a su normalidad, la sombra de las autodefensas apareció nuevamente en la vida de Ramiro Suárez Corzo y el 7 de septiembre fue vuelto a capturar por orden de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía.
Comentarios ()