El exalcalde de Bogotá y exsenador de la República, Gustavo Petro Urrego ha estado de segundo y tercero en la intención de voto de los colombianos para las elecciones presidenciales en 2018, en las últimas encuestas reveladas por los medios.
Petro aspiró a la Presidencia en 2010, en donde también participó quien sería su rival ahora: el expresidente Germán Vargas Lleras.
Dice, sin embargo, que aún no decide su precandidatura. “Lo que muestran las encuestas es que la mayor parte de la población no está en el tema electoral aún. Ni está pensando realmente lo que será la selección del poder en Colombia”, sostiene.
Pero advierte que muestran unos grandes hechos que le parecen importantes. “Uno es que un sector de la población quiere que yo aspire a la presidencia; y que votará por mí, sector que está claramente focalizado en Bogotá y en el Caribe”.
“Para mí el Caribe es un respaldo que se vio en los resultados de las elecciones de 2010; eso se debe fundamentalmente a mis raíces, pero sobretodo a mis debates sobre el paramilitarismo y el sufrimiento que eso significó para esta región; lo segundo es Bogotá en donde ahora represento la primera fuerza electoral; lo que significa que los hechos del gobierno de la Bogotá Humana fueron bien acogidos”, expresó.
Su visión de Cartagena
Sobre Cartagena dijo que no está de acuerdo con el acto de suspensión del actual alcalde de Cartagena, Manolo Duque, aunque no lo conoce en su totalidad. Opinó sobre las actuaciones de los entes de control como la Procuraduría.
“Los derechos políticos son los de elegir y ser elegidos y participar en condiciones de igualdad de derechos, pero están siendo vulnerados por los órganos de control perversos, con sus actos, y esa es una violación flagrante de derechos humanos sistemática. Es suplantar la decisión popular por decisiones administrativas”, dijo.
“Eso sucedió con Leopoldo López y con Capriles en Venezuela. En el país se han pervertido las contralorías y procuradurías en las regiones; estas no han descubierto un solo hecho de corrupción importante, eso hay que cambiarlo”, agregó.
Para ello plantea que hay que fortalecer la Fiscalía anticorrupción del país.
Dijo que no cree en sistemas como el de Transcaribe y advierte que “hay que estudiarlo porque han sido un fracaso en todo el país”. Propone mejor que haya tranvías eléctricos y un sistema de transporte acuático multimodal.
Unión contra Vargas y Uribe
Sobre si su candidatura es un hecho, plantea que estaría en una coalición con otros aspirantes “pero si es más abierta en donde el primer punto debe ser programático”.
“No quiero ser candidato por capricho personal. Eso no se puede imponer. Debe ser porque la ciudadanía lo quiere, y en mi caso pareciera que sí, más en los sectores populares y juveniles. Y debe ser porque lo que yo represento en ideas, experiencia y biografía, es muy diferente a lo que representan Vargas Lleras y el uribismo, los grandes rivales”.
“Para ganarle a ellos tiene que juntarse una gran fuerza democrática y la de los progresistas. Pero lo que siento es que Claudia López y Jorge Robledo intentan más cómo ganarle a Petro que cómo ganarle Vargas y a Uribe; eso es una enorme irresponsabilidad porque la segunda vuelta presidencial puede estar en manos de la ultraderecha, un grave atentado contra el país y la paz”, agregó.
Industrialización
Las propuestas políticas de Petro van encaminadas hacia una nueva generación ambiental basado en sus conocimientos. De Cartagena analizó el modelo de cambio climático 4C e hizo varias consideraciones, porque le parece que su planteamiento es muy conservador y no está ajustado a la realidad climática que viene para la ciudad.
Sobre las economías de Venezuela y Colombia advierte que persistió una incapacidad de construir una economía productiva diferente a la del petróleo y la minería.
“El deterioro muy grande de la agricultura y la industria derivada de los 20 años del boom petrolero es una lección, por eso lo que propongo es la industrialización, y el primer eslabón es la agroindustria”.
Explica que ese es el modelo exitoso que practican China, Japón y Corea.
“La totalidad de la tierra fértil tiene que producir y esa transformación pasa por el cambio de los dueños de la tierra, incluido el narcotráfico; aunque existen adversarios muy fuertes a que la tierra se vuelva productiva”, dijo.
El uso del agua
Plantea una revisión de la distribución desigual del agua respecto a la tierra, ya que hay pueblos enteros sin agua potable, mientras empresas la usan con fines económicos para la explotación minera, la caña de azúcar, la palma africana entre otros.
“La gestión del agua tiene que sufrir un cambio drástico en Colombia. Ya no se puede manejar a nivel empresarial, hay que crear una nueva institución del agua que pueda regularla de acuerdo al cambio climático, retenerla en tiempos de lluvia, y poderla usar en tiempos de sequía”.
“Ese estrés hídrico a la par de una desertización que avanza, obliga a un cambio de política respecto al agua en donde el mayor uso depredador es la minería; cuando debe ser para el uso humano y la producción de alimentos”, explica.
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