El proceso sigue. Los concejales imputados la semana pasada, así como los dos exconcejales y la exsecretaria distrital, deberán acudir a la sala de audiencias de la judicatura en donde la fiscal 53, Liliana Velásquez, pedirá para ellos cárcel. (Lea:Concejales investigados por caso Contralora no aceptaron cargos)
Se trata de los concejales Édgar Mendoza Salame, Antonio Salim Guerra, Luis Javier Cassiani, William Pérez, Duvinia Torres Cohen, Lewis Montero, Américo Mendoza Quessep y los exconcejales Zaith Adechine Carrillo y Ronald Fortich, así como la exfuncionaria Luz Estela Cáceres, exsecretaria de Gobierno de la administración del exalcalde Manolo Duque.
La fiscal les imputó los delitos de cohecho propio y prevaricato por acción, en concurso sucesivo a este grupo de servidores públicos, porque presuntamente en enero de 2016 fraguaron “una empresa criminal” para llevar al cargo de contralora distrital a Nubia Fontalvo, hoy detenida en la cárcel de mujeres de San Diego. (Lea:Con testigo clave, Fiscalía dice que concejales sí recibieron pago)
Por el mismo hecho están detenidos, esperando por audiencias, desde hace 5 meses en la cárcel de Sabanalarga, Atlántico, Manuel Vicente Duque, exalcalde de Cartagena, y Jorge Useche, exconcejal distrital. Asimismo la concejal Angélica Hodeg, en la cárcel de San Diego, y José Julián Vásquez, primo del exalcalde y señalado por la Fiscalía de ser el autor de la empresa para apropiarse de recursos y puestos en el Distrito, en la cárcel de Ternera.
La prueba reina
La fiscal anunció que presentará una artillería de pruebas, entre esas más de mil audios de llamadas interceptadas en los celulares de los imputados en diálogos cruzados entre ellos, ubicaciones de sitios, horas y días, así como otras pruebas documentales.
(Audio:"En cada mes les van a dar 7 'libros' y medio")
La Fiscalía dice que atesora 77 mil registros de llamadas nada más de este caso.
Pero lo nuevo en esta audiencia es que la fiscal tratará de demostrar que los concejales habrían fraguado un negocio para elegir a Fontalvo, gracias a los testimonios de una testigo llamada Joyce Escorcia.
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