Rosario Romero Ibarra, de 37 años, aspiró al Concejo en 2003, logrando 3500 votos, pudiendo ser la tercera concejal que integrara la bancada del partido Voluntad Popular que en ese momento la avaló, al lado de los concejales Alfredo Díaz Ramírez y la fallecida María del Socorro Bustamante.
Aunque no logró esa curul hace 11 años, la hoy candidata a la Alcaldía dice que se ha estado preparando desde entonces y que su decisión de llegar al primer cargo “no fue coyuntural, ni esto se me ocurrió ahora”.
“Fui asesora en varias alcaldías, he estado en los sectores público y privado, y en la Superintendencia Nacional de Salud como superintendente delegada en medidas especiales; fui gerente de Saludcoop, tuve una IPS, todo eso me ha dado trayectoria y madurez, lo que me pone en un ranking como aspirante a la Alcaldía”, dice.
Estudió la primaria en el colegio de La Presentación y el bachillerato en el Eucarístico de Manga; es odontóloga de la Universidad de Cartagena (U.de.C), especialista en gerencia de la salud y en gobierno y política pública de la Universidad de Los Andes. Cursa una maestría en resolución de conflictos en la U.de C.
El mundo de la política
Al lado de su padre le picó el gusanillo de la política.
“Mi papá, Gabriel Romero, tenía un grupo que se llamaba “Cartagena hoy y mañana”, él hacía política por vocación de servicio; en toda mi infancia vi ese trabajo político, por eso cuando decidí aspirar al Concejo le pregunté dónde estaba su gente, y decidí rescatar ese movimiento y dar el salto en esa primera aspiración”, cuenta.
“En ese momento ni mi papá votaba por mí, pero logramos 3500 votos, una votación representativa si se tiene en cuenta que hubo concejales con 1800 votos”, explica Romero.
Fue presidente de Cambio Radical, cuando Voluntad Popular se unió a ese partido. Posteriormente tras la crisis de gobernabilidad por la muerte del alcalde Campo Elías Terán, integró una terna por el Partido ASI para asumir por encargo la Alcaldía. Estuvo casada con el exgobernador de Bolívar Joaco Berrío y aunque se separó de él, se dio a conocer como primera dama del departamento.
“Pero más allá de lo que yo haya hecho, es lo que quiero hacer realmente por la ciudad”, sostiene.
“Dios me abre caminos”
Como católica dice que le da gracias a Dios por haber obtenido el aval del partido indigenista AICO. “Dios abre caminos donde nadie los ve, y él me presentó este partido que acogió mi petición sin mayor inconveniente, ahora soy una candidata con una institucionalidad respaldándome políticamente”, explica.
“Eso demuestra que esto es una candidatura seria, yo no quise salir antes porque sin un aval no quería generar incertidumbre dentro del colectivo que me apoya”.
Dice que no le preocupan las encuestas ni el hecho de que no la hayan tenido en cuenta en las mediciones, porque para ella “el voto se define cinco días antes del día de las elecciones”.
“No conozco la financiación de las otras campañas, pero debo decir que mi campaña será financiada por aquellas personas y empresas de la ciudad y el país que crean en mi programa de Gobierno; vamos a cumplir los topes de campaña”.
Propuestas
Rosario Romero propone un cambio estructural para Cartagena. Citando estudios de la CEPAL y el BID, sostiene que “la educación es la única herramienta para sacar a los pueblos de Latinoamérica de la pobreza”.
“La pobreza tenemos que atacarla disminuyendo la desigualdad, la concentración de riqueza no puede seguir”. La candidata de AICO dice que su programa de Gobierno “construido Acorde con el Plan de Desarrollo Nacional y con los objetivos del milenio, no es improvisado ni coyuntural”.
Dice que como persona pública está dispuesta a “recibir todas las críticas constructivas y las negativas con el mismo respeto”.
MOVILIDAD Y SEGURIDAD
Rosario Romero dice que “Transcaribe es simplemente un eslabón dentro del sistema que requiere la ciudad, que es un verdadero plan de movilidad”. Sobre la inseguridad dice que es consecuencia de la crisis social de Cartagena, la cual hay que combatir.
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