El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Emiliano Rivera, renunció a su cargo “por la falta de compromiso y acompañamiento por parte del Gobierno Nacional en temas muy sensibles como la autonomía de la Corporación y los recursos para investigar la trashumancia y otros delitos electorales que brinden garantías electorales”, agregó Rivera.
La renuncia del magistrado Rivera es inminente, luego de que asegurara que la Corporación le habría pedido al Gobierno Nacional 32 mil millones de pesos para adelantar su gestión, los cuales fueron negados, ya que el Estado sólo autorizó 19 mil millones para todas las funciones de control y vigilancia que tienen que realizar.
“Solicitamos para trashumancia 11.800 millones de pesos, para los Tribunales de Garantía y Vigilancia 15 mil millones, para apoyo de escrutinios y tecnológicos 2 mil millones de pesos, entre otros gastos, para un total de 32 mil millones de pesos, de los cuales sólo fueron aprobados 19 mil millones”, señaló Rivera.
Adicionalmente, dijo que “hoy tenemos un faltante de 13 mil millones de pesos, lo cual no permite cumplir con los retos que nos habíamos fijado la mesa directiva para la vigilancia de las elecciones, por lo que deseo expresar mi voluntad de apartarme por esas razones, sumado a la falta de compromiso del Gobierno, no solo en los temas presupuestales, sino de autonomía del Consejo”.
El reemplazo de Rivera sería el magistrado y actual Vicepresidente de la Corporación, Felipe García Echevery, quien asume la presidencia del CNE temporalmente mientras la Sala toma una decisión de la persona que ocuparía este cargo definitivamente.
Rivera, por último, recalcó antes de viajar a México que su renuncia “es la imposibilidad estructural y la imposibilidad institucional de reaccionar a unos retos que nos habíamos fijado. Yo no puedo seguir recorriendo el país diciendo que vamos hacer cosas, que vamos a vigilar, que vamos a controlar, cuando no lo vamos a poder hacer, así que prefiero que lo haga otro”, afirmó.
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