Todo apunta a que el Puente de Marbella, construido en terraplén, se quedará tal y como está hecho, pero será sometido a un cambio extremo en su aspecto final, para añadirle espacios y zonas verdes.
Según el informe ante el Concejo de Cartagena de Ana Lucía Dugand, gerente del Consorcio Vía al Mar, constructor de la obra, y Pedro Ibarra, gerente del Grupo Verde, firma consultora, se analizan las opciones para mejorarle la cara a una obra que ha sido rechazada por alguno sectores.
El Grupo Verde Ltda. fue contratado precisamente para explorar esas posibilidades de mejoramiento visual y de aprovechamiento de espacios que se le harán al puente. La firma es especializada en el diseño creativo y la planificación estratégica de obras paisajísticas.
MITIGAR EL IMPACTO
Una de las críticas principales al puente es que su construcción afecta negativamente la visual del mar. El ingeniero Pedro Ibarra, quien intervino en el Concejo, explicó tras mostrar varias diapositivas, que “se mitigaría la afectación visual del puente con escalonamientos por segmentos con vegetación autóctona”.
“El puente tiene dos segmentos, un talud que es el norte, pegado al barrio Crespo; y el talud sur, pegado a Marbella. El talud norte es una zona de dos hectáreas y media de tierra, en la cual se puede mitigar la presencia del mismo, poco a poco, mediante escalonamientos de vegetación”, dijo Ibarra.
El ingeniero dice que de esa manera se logran generar espacios agradables con senderos peatonales.
“El talud sur tiene menos áreas a los lados pero lo que se plantea con esta área es hacerle un escalonamiento para mitigar su altura, la cual es variable; es un área triangular en donde la zona inicial es muy bajita y la que pega al puente tiene unos 4 metros 80 centímetros; eso lo vamos a mitigar mediante una aplicación de planos, bajándole la altura con vegetación para que no se sienta la presencia tan grande de ese espacio”, explicó Ibarra.
“Esos materiales a utilizar para complementar esas áreas serán materiales autóctonos, para de esa manera integrar todo el proyecto a todo el sistema de movilidad peatonal”, agregó el vocero del Grupo Verde.
Ibarra puso como ejemplos varios puentes en la ciudad que tienen los mismos tratamientos de enrocado, piedras coralinas, vegetación etc. en sus taludes, como el puente de Chambacú y el Román, entre otros, lo que hace que sus alturas pasen desapercibidas
EL USO DEL TERRAPLÉN
Ibarra explicó que hay muchas maneras de hacer puentes, pero se optó en el país por construirlos en terraplén para evitar que queden zonas o espacios vacíos debajo de los puentes que no pueden utilizarse después, porque se convierten en zonas inseguras o para arrojar basuras o hacinamiento de personas de la calle. “Un ejemplo lo tenemos con el puente Romero Aguirre, a 150 metros del Puente de Marbella, en Crespo, con unas zonas debajo que no se han aprovechado”, dijo Ibarra.
OBRA FINAL, EN OCTUBRE
La gerente del Consorcio Vía al Mar, Ana Lucía Dugand, explicó que en octubre del 2015 el Túnel de Crespo debe ser entregado en su totalidad. Dugand anunció que “vamos a garantizarle a los cartageneros que esta va a ser una obra adecuada de alta durabilidad, como debe ser”. “Estamos en este proceso al cual nos comprometimos, de hacer una revisión (del puente) para un mejoramiento y socializarlo, por ello tendremos una reunión el viernes con la comisión conformada para evaluar de cara a la comunidad estos cambios”.
Dugand dijo que desde el 2009 el Consorcio socializa las obras con las comunidades de los sectores de mayor influencia. Reiteró que sí existe una licencia ambiental que avala todo el proyecto.
“RECONOCEN EL ERROR”
Para el concejal citante del debate, David Múnera, usar el término ‘mitigar’ deja al descubierto que “se construyó un adefesio; porque si no lo fuera, por qué se darán a la tarea de mitigar lo que está malo; a eso vinieron los ingenieros con su propuesta al Concejo: nos están diciendo que ‘sabemos que es horrible pero vamos a tratar de que sea lo menos horrible’; el Consorcio vino a ratificar que va a hacer el terraplén un poco menos feo; Cartagena no se merece eso”.
“Pero lo que sí ha faltado es que las autoridades, que fueron elegidas por el pueblo, defiendan a la ciudad. El alcalde Dionisio Vélez ha tenido una actitud pasiva y complaciente”, agregó Múnera.
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