"Yo estoy tan lejos de Santos que por eso me considero estar más cerca con Uribe", así de tajante habló en la mañana de este jueves el expresidente Andrés Pastrana en declaraciones a Caracol radio, donde aclaró que no ha pensado en una coalición con el expresidente Uribe.
Las diferencias entre el expresidente Andrés Pastrana y el presidente Juan Manuel Santos aumentan cada vez más tras las críticas lanzadas este miércoles por el exmandatario, al decir que es un "imposible moral" estar con Santos cuando tiene una coalición con Ernesto Samper.
“Los conservadores no cabemos donde hay alianzas con Samper (…;) El narcotráfico le robó la presidencia al partido conservador y a los colombianos en el año 1994 (…;) Una alianza entre Santos y Samper es una alianza inmoral, Santos fue el principal conspirador del presidente Samper cuando el proceso 8000 y hoy no entendemos que hay detrás de esa alianza”, indicó a Caracol el expresidente Pastrana. Y agregó "Reelegir a Santos es reelegir a Samper".
Para Pastrana, el Partido Conservador está en una situación muy complicada porque ha estado arrimado al Gobierno por cuotas democráticas, "hemos perdio poder. Hoy el Partido tiene 18 senadores y como están las cosas no sé si lleguemos a elegir 10 en las próximas elecciones".
Aclaró que no se ha reunido con el expresidente Uribe pero sí destacó los tuits de agradecimiento cuando Pastrana lo defendió por los ataques de Nicolás Maduro de un supuesto complot para matarlo y que estaba Uribe detrás de él.
También dijo que el Partido Conservador tiene que desmarcarse y no puede estar en colaición con el expresidente Samper, quien sí lo está con Santos.
Por tanto, dijo que no apoya la reelección de Santos porque sería reelegir a Samper y a Serpa, aunque el Presidente fue su ministro estrella durante su gobierno (1998-2002) y hasta hace poco eran amigos personales.
CRÍTICAS A ESLOGAN
Según Pastrana el JMS (Justo, Moderno y Seguro) de Santos debería ser “SSS”, de “Santos, Samper, Serpa”, porque es una coalición imposible moralmente de aceptar.
Uribe ganó la primera elección en el 2002 criticando el proceso de paz de Pastrana y la zona de distensión de El Caguán (Caquetá), y durante su mandato mantuvo un ataque permanente a muchas de las acciones de su antecesor. Pastrana también fue ácido en sus respuestas sistemáticas a su sucesor.
Pastrana y Samper tienen una disputa pública desde 1994, cuando el segundo ganó la Presidencia y el primero lo acusó de obtener el triunfo gracias a la financiación del cartel de Cali. Se afianzó en las declaraciones de William Rodríguez Abadía (hijo del exjefe del cartel de Cali Miguel Rodríguez Orejuela), según las cuales ese grupo habría pagado para que la Comisión de Acusación de la Cámara absolviera al expresidente Samper en el proceso 8.000.
También el distanciamiento entre Pastrana y Santos ya venía por cuenta de las diferencias sobre la sentencia de la Corte Internacional de La Haya que despojó a Colombia de más de 70.000 kilómetros de mar en el Caribe. La canciller, María Ángela Holguín, había culpado a Pastrana de “justificarse” diciendo que la culpa no fue suya, para “hacerle daño al país”.
En otro momento, el gobierno de Santos elevó consultas al Consejo de Estado para saber si podía revelar las actas de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, donde hay constancia de la actuación de cada gobierno en el caso de La Haya.
CRÍTICAS ANTERIORES
En abril pasado el exmandatario le envió una carta al presidente Santos donde le habla de 'complacencia' con el chavismo, donde la beligerancia en el debate interno y la ambigüedad en el trato con otras naciones fueron prueba fehaciente del nuevo rumbo de la política exterior colombiana.
“Desde esta perspectiva me ha resultado sorprendente la ruptura de este Gobierno de los requisitos mínimos de legalidad que deben signar las relaciones con nuestra hermana Venezuela”, dice el expresidente conservador en su carta a Santos, en la que también habló de “la ruptura del consenso nacional en materia de política exterior”.
Pastrana dice que, cuando se advirtió sobre los peligros de amarrar la paz a la reelección, “nunca llegamos a considerar que en esa bandeja se entregaría al chavismo y sus aliados la cabeza de la democracia venezolana”.
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