En el Congreso de la República hace trámite un proyecto de ley, de autoría del senador Armando Benedetti, que busca reglamentar el tipo de relaciones sexuales por las que se pagan.
En su momento, este senador del Partido de la U, argumentó que con la iniciativa se regularán aspectos laborales, de salud, de garantías para dignificar esta actividad, junto con las medidas para determinar las zonas de tolerancia y los requisitos para el funcionamiento de los establecimientos que ofrecen servicios sexuales.
Esta iniciativa empezará su trámite a través de la Comisión Séptima del Senado y uno de sus ponentes es el senador del Polo Democrático Mauricio Ospina, quien la semana pasada adelantó la primera y única Audiencia Pública en la que se socializó el proyecto de ley con un grupo de mujeres que habían ejercido la prostitución.
En diálogo con Colprensa, el senador Ospina anunció que presentará ponencia negativa y buscará hundir el proyecto, pues considera que con la reglamentación de un contrato laboral que reglamente el oficio de la prostitución, se va a incentivar el ingreso a esta práctica de mujeres cada vez más jóvenes.
-¿Cuál es el balance de esta Audiencia Pública?
Lo primero es que el proyecto de ley del senador Armando Benedetti, es un proyecto garantista de los propietarios y definitivamente deja por fuera, primero, al gran sector de las prostitutas que ya fueron usadas durante mucho tiempo por los establecimientos y que hoy ejercen la profesión desde la calle. Es decir, aquellas mujeres que están por encima de los 30 años, que ya no están tan bonitas y que ya no son las sujetas para ser contratadas.
Segundo, que es un tema todavía más de fondo, es que una gran mayoría de mujeres defienden que a la prostitución llegaron obligadas por la pobreza, porque no tienen cómo alimentar a sus hijos. Se vuelven en unas esclavas que, para poder ejercer la prostitución, deben consumir drogas y, después, no se pueden salir por el consumo y la drogadicción.
Entonces, lastimosamente este proyecto no se fija en esas realidades y, al legalizar, además de acabar o golpear a las que se encuentran en la calle, que son la gran mayoría, va a generar un contrato laboral que incentivaría a las jóvenes a que entren a la prostitución.
-¿Entonces piensa modificar este proyecto o tramitar otro?
Yo pienso que en este momento estoy tendiente a hundir este proyecto y presentar uno nuevo. Porque es que la génesis no nos ayuda pero va a ser una discusión que vamos a tener con los demás ponentes a ver qué decisión tomamos. Si se puede llegar a un consenso, maravilloso. Pero si no, creo que vamos a presentar una ponencia diferente.
-¿Una ponencia negativa?
Yo creo que sí. Creo que es difícil aprobar el proyecto en las condiciones en que lo presenta el senador. Hay que hacer unas reformas con las que creo que va a perder la génesis, porque sería otro tipo de proyecto con unas condiciones completamente diferentes. Por un lado, con una carga muy grande de prevención. Pero, por otro lado, con una gran oferta institucional que debe ser apoyada por los alcaldes locales, gobernadores, por todas las autoridades para darle oportunidades a estas mujeres, pues, al crear un contrato laboral lo que vamos a hacer es generar incentivos para el ingreso de las chicas jóvenes a la prostitución. Que son las chicas nuevas que entran a los establecimientos. No tienen ningún elemento, ninguno, que les dé garantías a las chicas que ya llevan más de 20 o 30 años en la prostitución y que ya no están aptas para los grandes sitios.
-Entonces, en el proyecto no hay ningún programa para las mujeres que ya no están en edad de ejercer.
Se menciona. Pero son cantos a la bandera como los vemos en todas las leyes: “El Gobierno garantizará..” El Gobierno nunca hace nada, esa es la realidad. Mientras no se hace nada sobre las garantías, sí quedan muy claras las garantías sobre el contrato que va a tener y que va a fortalecer al establecimiento donde van a estar ellas. Es un contrato que para mí es garantista del empresario, un contrato que definitivamente va a ser toda una descripción de todas las aberraciones y que definitivamente no creo que sean los que dignifiquen a la mujer.
-¿Qué opina del argumento en el que las mujeres que asistieron a la audiencia pública defendieron en tanto que el Gobierno brinda garantías para desmovilizados pero no para las mujeres que trabajan o trabajaron con su cuerpo?
Me parece muy triste, porque es una sociedad que hace discriminación negativa en la que al que llega, mata, descuartiza, corta; entonces se le da casa, carro y beca y a las chicas que están en esta desprotección, entonces, son los enemigos de la sociedad. Creo que estas sociedades tienen que darse la oportunidad de hacer discriminación positiva ante estas realidades del país, es unas sociedad que tienen que avanzar en esas indolencias.
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