El congresista señala que a pesar de que el Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Nacional de Salud elaboraron un Plan Nacional de Respuesta ante la introducción de este virus en Colombia y han venido actuando de conformidad con los lineamientos allí establecidos, la situación actual es crítica y amerita la implementación de acciones adicionales, pues la problemática ha desbordado la capacidad de respuesta de las autoridades nacionales, departamentales y municipales en materia de salud.
Se refirió al último resumen oficial publicado por el Instituto Nacional de Salud en el cual se establece que son ya 83 mil 806 los casos confirmados en el país y 4 mil 288 los casos sospechosos, para un total de 88 mil 094. Sin embargo, son muchos más de los que efectivamente se diagnostican y se suman a las cuentas oficiales, reiteró Barguil Assís.
“Ahora bien, lo más grave de esta situación es que estas cifras no son más que el preludio de lo que se avecina. Según lo expresado por funcionarios de su Ministerio, la mayor incidencia clínica del virus está prevista para el primer semestre del 2015 y se espera que este año el país cierre con más de 700 mil casos. Si a esto sumamos el hecho de que en esta época del año se incrementa el número de personas que hacen turismo en las zonas de riesgo y que la actual coyuntura climática, con más aguas estancadas de lo normal, ha creado el hábitat propicio para la proliferación del mosquito transmisor del virus. Es más que probable que en pocos días el Gobierno nacional se vea obligado a revisar sus pronósticos al alza”, señaló el congresista en una carta enviada al Ministro de Salud.
Reiteró que no se puede esperar más y que se necesitan medidas inmediatas, eficaces y contundentes para afrontar la crisis y una de ellas es declarar la emergencia nacional en salud pública con el fin de implementar las políticas de atención a la población afectada y las estrategias de prevención que se requieran para contener la propagación de una epidemia de dimensiones tan graves, impredecibles y extraordinarias como esta.
La situación en Córdoba particularmente es crítica. Pese a que el secretario de Salud departamental, Alfredo Aruachán, ha señalado que hay por lo menos 20 mil casos, de los cuales hay un poco más de tres mil oficiales, las cifras podrían ser superiores si se tiene en cuenta que hay poblaciones enteras afectadas con la enfermedad.
Las campañas para eliminar los reservorios del mosquito no han dado los resultados esperados. En promedio se están atendiendo 700 pacientes diarios con los síntomas en los principales centros médicos de la capital cordobesa.
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