El estudio de la economista del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República, Karina Acosta, denominado “Cartagena entre el progreso industrial y el rezago social”, fue debatido en el Concejo.
Acosta explicó ante la plenaria un conjunto de ideas que recoge su trabajo sobre el crecimiento demográfico de la ciudad, la expansión industrial en contraposición con el rezago y atraso social de la ciudad.
“Cartagena actualmente atraviesa por un momento determinante en su reciente historia económica. Dos de sus sectores claves están emprendiendo proyectos definitivos: la ampliación y modernización de la refinería y la expansión del puerto, calificado como el mejor puerto del Caribe. No obstante, su situación social presenta avances menos notorios que su actividad económica”, dice Acosta en su estudio.
“Cartagena se ha convertido en el principal puerto de la Costa Caribe colombiana. No menos importante es el papel que tiene dentro del departamento: concentra un sustancial porcentaje del turismo, aporta casi la totalidad de su producción industrial, es su única terminal portuaria y una de los principales de Colombia y, aunque sólo representa el 2,2% de su extensión geográfica, concentra casi la mitad de su población (48%)”, sostiene el estudio.
El concejal citante del debate, Pastor Jaramillo, conceptúo que, “Cartagena tiene hoy un importante desarrollo industrial que la ha llevado a estar por encima, en esta área, de Barranquilla. Además, la ciudad tiene apuestas como astilleros y turismo. No obstante, hoy tenemos alta informalidad así como altos índices en desigualdad y una pobreza en todas las localidades, pero, especialmente focalizada en las Unidades Comuneras de Gobierno del suroriente y suroccidente”.
El concejal agregó que “la industria cartagenera tiene el problema de estar altamente especializada en el clúster petroquímico plástico. Se está haciendo una inversión de más de 5.000 millones de dólares en Reficar pero eso no dejará, después de la fase de ampliación, mucha mano de obra empleada”. Felipe Merlano, uno de los conocedores de la economía colombiana invitado al debate, opinó que, “en Cartagena, próxima a superar el millón de habitantes, se hacen evidentes los índices de inequidad y marginalidad, según las Naciones Unidas Cartagena es una de las ciudades más inequitativas y excluyentes del continente”.
Agrega Merlano que Cartagena nunca ha tenido un modelo de desarrollo local y regional, basado en el estudio del Banco de la República.
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