Para Adriana Partidas, una venezolana que reside en Cartagena, el drama de cientos de miles de venezolanos por lo que considera las imposiciones del gobierno de Nicolás Maduro, demuestra que es necesario un proceso electoral, cuanto antes, en el vecino país.
Adriana lidera un grupo de más de cien venezolanos y venezolanas cabeza de hogar que se ha establecido en La Heroica, “por fuerza mayor”, debido a la crisis que ya podría considerarse humanitaria en el hermano país.
Con más de treinta personas, incluidos niños y niñas, se fueron con banderas venezolanas y se apostaron para protestar pacíficamente en los bajos del Consulado de Venezuela en Bocagrande.
“Protestamos pacíficamente alzando la voz por nuestro país, por esa represión de Maduro; cerca de 30 personas, pero somos un grupo más grande aquí en Cartagena; porque los venezolanos en el mundo estamos cansados de lo que se ve diario que es un drama real: la represión es horrible, no hay derechos humanos, están atropellándonos, no hay respeto a la vida, nos callan con las tanquetas, nos humillan, nos maltratan”, expresó la líder venezolana.
Manifestó que el Cónsul de Venezuela, ni ningún funcionario salió a atenderlos, pero en realidad lo que querían era enviar un mensaje “para que en Venezuela haya elecciones pronto, que se liberen a los presos políticos; y para demostrarle al mundo que en Cartagena también estamos en contra del gobierno dictatorial de Maduro”.
Partidas dice que la situación de Venezuela trascendió el plano político y se convirtió en una tragedia humanitaria.
Describió que cada día más venezolanos salen del país en una especie de éxodo imparable. “La clase media está buscando entre las basuras para poder comer, esto tiene que parar”, pidió.
Cuenta que en el grupo de venezolanos que han llegado a Cartagena hay profesionales de todas las carreras que han dejado a sus padres, adultos mayores y niños en su casas en busca de ingresos para ayudarlos desde la distancia.
Dice que recoge medicinas e insumos para enviar a Venezuela y asiste a jóvenes que llegan todos los días a Cartagena a dormir en parques sin nada, huyendo de la represión y la escasez.
“El mundo tiene que abrir los ojos, la OEA, las Naciones Unidas, necesitamos su apoyo contra el gobierno dictatorial; porque aquí va a ocurrir una masacre”, dice.
Partidas tiene a sus padres en otro país y cuenta que la situación lo que ha llevado es a una fragmentación de la familia.
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