Luego de 15 años de espera el barrio Rebolo se beneficiará con la construcción de la parroquia San Miguel Arcángel, obra que se hará con lo que se recaude en la Catedratón 2015, evento que se realizará el 6 de septiembre a partir de las 10:00 de la mañana en el Salón Jumbo del Country Club de Barranquilla.
La obra se financiará con lo que se logre recaudar en la Catedratón que organiza la Arquidiócesis de Barranquilla.
Desde hace quince años, en especial los tres últimos, Nuris Fonseca, Maribel Payares, Sara Silva, Inés Ortega, entre otras señoras, han realizado largas caminatas por las calles del barrio Rebolo, con el solo propósito de organizar y convocar feligreses para las misas y otros sacramentos de la comunidad de la parroquia San Miguel Arcángel, que solo podían ser celebrados en plena vía pública, por falta de un templo.
Pera esa labor va a ser recompensada, porque la Arquidiócesis de Barranquilla y la comunidad se han unido para celebrar la Catedratón con el que se piensa hacer la nueva edificación.
“Era un sueño colectivo que se ha venido trabajando por mucho tiempo, y será esa bendición que brinde a las nuevas generaciones una nueva forma de pensar y de vivir antes las situaciones de violencia que se viven casi a diario en esta zona. Esta comunidad necesita de estas ayudas y más para la juventud”, expresa el padre José Salcedo, quien cumple tres años en la parroquia.
Maribel Payares, ama de casa, cuenta que en estos 15 años han orado para que Rebolo pueda tener el templo. “Son15 años recorriendo las calles. En carretillas se llevaban las sillas y el sonido, en medio de la lluvia y el sol. Con el padre Mario se organizaron los primeros matrimonios, deseoso de que los feligreses pudieran recibir todos los sacramentos. Fue un recorrido de evangelización en una comunidad que estaba dormida y que hoy en día ha despertado gracias a Dios”.
En agosto del año 2000 el padre Rodrigo Valencia asumió la misión de la parroquia San Miguel Arcángel convirtiéndose en el primer párroco de esa célula, a pedido suyo la señora Nuris Fonseca generosamente durante doce años cedió la terraza de su casa para que allí se siguieran celebrando los sacramentos.
“El padre Rodrigo me pidió el favor para celebrar las misas y demás actos en mi casa, y generosamente por el amor que le tengo a Dios y la lucha de muchos años dije que sí. Aunque con dificultades, pero para mi familia fue un gozo, estamos más consagrados al Señor, somos una familia llena de bendiciones”, comentó Nuris.
El 29 de septiembre de 2004, el Arzobispo de Barranquilla, de ese momento, monseñor Rubén Salazar Gómez, decretó como parroquia a San Miguel Arcángel.
En el 2012, como párroco, el padre Jorge Luis Rodríguez motivó a la comunidad a realizar más actividades en pro del templo. “El padre Jorge Luis fue el gestor para que compráramos una casa, se realizó la rifa de un carro y al final de año obtuvimos un dinero considerable. Luego Catedratón nos dio un aporte de 60 millones de pesos y así compramos la casa, que hoy en día es el humilde templo de la parroquia San Miguel Arcángel”, añadió Maribel, recordando su matrimonio el cual lo celebró en la casa donde anteriormente funcionaba la parroquia, la de la señora Nuris.
“Catedratón ha sido la bendición de todas las Iglesias del Departamento, porque brinda esa semilla para sembrar esperanza con la construcción templos”, comenta agradecida Nuris Fonseca, quien dedica cada domingo a la preparación de los niños que van a recibir la Primera Comunión.
Para el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo cuando no hay presencia de una iglesia en una comunidad no hay espiritualidad y se hace visible la falta de valores humanos, y esto lo que quiere sembrar Catedratón 2015.
“El significado de la semilla de roble, además de darle oxígeno a nuestro ambiente, sea la siembra de amor, solidaridad y caridad cristiana. Catedratón cumple esa doble misión; por un lado aportamos algún dinero para los más necesitados, y por el otro, con la semilla que recibiremos por nuestro aporte, la sembraremos pidiendo perdón a la naturaleza por tanto mal que le hemos causado”, expresa el Arzobispo Jaramillo.
Entre tanto los moradores del barrio Rebolo recibieron con mucha emoción la noticia de que su parroquia será una de las cinco beneficiadas para su construcción por Catedratón.
“Estamos tan emocionados, no solo por el espacio físico que vamos a tener, sino porque esta noticia la anhelábamos, porque que lo hemos luchado desde siempre. Era la plegaria que hacíamos cuando nos tocaban las misas bajo el sol o la lluvia. Pero sabíamos que Dios nos tenía en sus manos y que su misericordia es infinita y hoy somos testigos de eso”, añade Nurys Estela Ortiz, quien asiste a misa y agradece la ayuda de Catedratón.
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