De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, el motín que se presentó el pasado viernes en la URI de Barranquilla fue por una requisa que hicieron a los detenidos cuando notaron que una de las rejas de una celda estaba violentada, donde estos se opusieron y fue cuando se generaron los disturbios.
La persona encargada del almacén de evidencias de la Fiscalía se percató de que la reja de una de las celdas de la URI en el centro de Barranquilla en efecto se encontraba violentada y despegada del muro, razón por la que llamó a unidades de la Sijin, quienes iniciaron una requisa a los 60 detenidos que se encontraban en el lugar, los reclusos se opusieron y se amotinaron.
En los hechos se dañaron los vidrios, las rejas y las puertas de las oficinas de los fiscales, dejando así gran parte de las instalaciones destruida. La situación logró controlarse con ayuda de la Policía Metropolitana de Barranquilla y el Esmad.
La Defensoría del Pueblo acompañó el traslado de 35 detenidos hacia otros centros de reclusión, como medida transitoria para solucionar la crisis de hacinamiento y de derechos humanos que afronta ese centro de detención preventiva.
Posteriormente, se decidió trasladar a los detenidos en grupos de 20 personas a cada uno de los centros carcelarios de la ciudad, La Modelo y El Bosque. Los demás reclusos permanecerán en la inspección de policía de San José, mientras se reconstruyen las celdas de paso, labor a la que se comprometió la Alcaldía de la ciudad.
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