Los audios en donde el ganadero cordobés Jaime Maroso Pontiggia, propietario de la hacienda La Vittoriana, se va lanza en ristre contra varios personajes de Córdoba, entre ellos el gobernador suspendido Edwin Besaile, y el alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, levantaron una polvareda en Córdoba.
En la conversación que sostenía con un amigo, identificado preliminarmente como Manuel Boada, se mostraba alarmado por los actos de corrupción que se habían cometido en el departamento y señalaba que los mandatarios estaban comprando tierras y ganado con dineros de la corrupción y que ninguno de esos bienes estaba a nombre de ellos porque no tienen una vida jurídica tributaria que les amerite tener esas propiedades.
En ese listado arremete contra los Tirado, Besaile, Pineda, Tous y los Ñoños y asegura que está confiando en que durante la presidencia de Iván Duque se cree una Oficina Anticorrupción sólida para poder denunciar a los testaferros que le están haciendo el favor a los políticos y mandatarios.
Se refiere también a un contrato ficticio suscrito por Francisco Vega para la venta de una finca de la margen izquierda, la cual es ahora de propiedad de un reconocido político de Córdoba, pero sigue figurando a nombre de él. "Ahí va a caer mi amigo Pacho Vega y va a caer todo el mundo", dice el reconocido ganadero en la conversación.
Denunció amenazas
Luego de conocerse el contenido de los audios, el ganadero denunció que empezó a recibir amenazas en su contra y pidió a las autoridades que haga la investigación correspondiente.
Señaló que el sábado anterior, justo cuando se encontraba en un remate en la Feria Nacional de la Ganadería, recibió unas notas de voz en las cuales le indicaban que él era quien estaba filtrando los audios de una conversación que había sostenido con un amigo y que fue filtrado por este o por alguna otra persona a la que se los mandó.
Aseguró que también empezó a recibir ataques y por ello replicaron un artículo viejo que había publicado el periódico El Tiempo en 2008 donde lo mencionaban como presunto testaferro del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. Sin embargo, aseguró que es un ganadero con trayectoria y reconocimiento nacional y que además es dueño de la Constructora Río con la que ha ejecutado proyectos de vivienda en esta sección del país.
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